Viñales por libre

Nuestra primera de Viñales fue la de encontrarnos en una tourist trap y, en cierto modo, lo era. Tiene todos los componentes: es una población pequeña y hay muchos turistas. Eso hace que las infraestructuras turísticas se vean desbordadas, los precios suban y proliferen los buscavidas y otra fauna de ese tipo. Afortunadamente, llevábamos el contacto de Magnolia y el alojamiento nos salió muy económico.

Día 3: Cómo llegar a Viñales por libre

Te digan lo que te digan, llegar a Viñales por libre es posible y muy sencillo. Aprendimos que, en general, los cubanos no tratan de engañarte, sino que buscan tu máxima comodidad facilitándote las cosas. Por eso, si preguntas a la gente, te dirán que para ir a Viñales lo mejor es que te subas en un Viazul y que te olvides de hacer transbordos. Claro, ellos piensan que a ti te sobra el dinero y que no quieres «sufrir» dentro de un camión. Y la realidad es que, a nosotros ni nos sobra el dinero ni sufrimos dentro de un camión, todo lo contrario, lo vemos como una experiencia más en la que tenemos la oportunidad de pasar todo el camino charlando con cubanos que es, precisamente, una de las experiencias más interesantes de viajar a Cuba.

En cualquiera de los casos, lo mejor para ir a Viñales es levantarte pronto, ya que incluso en un Viazul son 4 horas. Para ir en camión, simplemente pide que te expliquen en la casa dónde estés cómo llegar hasta la parada de camiones. Hay varias y quizás te convenga una más que otra. Nosotros salimos desde el centro, cerca de la terminal de NCC, junto a la plaza de la Revolución. Allí paran también las máquina, esos coches antiguos que hacen de taxi compartido. El problema de las máquinas es que son mucho más caras, casi tanto como un Viazul, pero eso sí, te llevan también directo a Viñales y se tarda menos que con el autobús.

Para ir en camión, tendrás que ir primero a Pinar del Río y luego desde allí a Viñales. El camión a Pinar (40 CUP) te dejará en el centro y tendrás que ir, caminando o en coche de caballos (2 CUP), hasta las afueras dónde se toman las máquinas o los camiones. Hay camiones, pero muy pocos, por lo que te recomiendo que hagas ese tramo en máquina, ya que no es caro (25 CUP, 1 euro). En total el trayecto te sale por 67 CUP (2’5 €) y a la hora de comer estás en Viñales (hora y media más que con Viazul que cuesta 12 dólares).

El diluvio

Cuando llegamos a Viñales, apenas llovían cuatro gotas. Nos dimos prisa porque el cielo caribeño es muy traidor y amenazaba con descargar una buena lluvia. El problema fue que nos equivocamos y tardamos un poco más de la cuenta y las nubes empezaron a descargar con furia. Afortunadamente, en una de las casas en las que preguntamos, ya empapados, la señora que nos abrió era familiar de las personas de la casa a la que íbamos y nos dejó pasar. Nos pasamos allí casi dos horas entre que venía la mujer de la otra casa y que paraba un poco de llover. Eso sí, nos encantó «perder» esas dos horas de aquella manera. ¡Vaya tormenta tropical! Bajaba un río de agua por la calle, la tormenta era tremenda y vimos caer el rayo más cercano que nunca nos ha caído, apenas a 10 metros de nosotros, sobre un poste de teléfono. La sensación es espectacular, todavía me palpita el corazón recordando ese momento.

Cuando amainó pudimos correr de charco en charco hasta la otra casa que estaba a solo 200 metros. No hace falta que diga que nos tuvimos que duchar y cambiar porque veníamos empapados. Cuando salimos a la calle había dejado de llover, así que aprovechamos para pasear por el pueblo, sin darnos cuenta de que ¡nos habíamos saltado la comida! De hecho, no teníamos mucha hambre, el día, lleno de experiencias, no nos había dejado pensar en comer. Aún así, decidimos comprar una tarjeta de Internet para dar las primeras señales de vida y luego cenar pronto en la única ventana que encontramos (en la calle principal). Un rato después nos acostábamos.

Día 4: Excursiones en Viñales por libre

De nuevo hay que decir que no se debe hacer mucho caso a los cubanos. Te dirán que no se pueden hacer las excursiones que proponen las agencias por libre, ya que podrías perderte por las montañas, pero en realidad, son excursiones más o menos sencillas que se pueden hacer sin demasiadas complicaciones.

Eso sí, llévate comida y agua de sobra. Nosotros compramos pan y bebida y junto con un paquete de embutidos que teníamos todavía de casa salimos a caminar esperando encontrar la ruta correcta. En este punto cabe mencionar que viajábamos con GPS, bueno, con el GPS del móvil con Oruxmaps instalado y los mapas y puntos de interés de Cuba. No teníamos el lugar exacto dónde estaban los principales puntos turísticos, pero tampoco nos importaba. Lo realmente interesante de Viñales son lo mogotes y la idea era ver el paisaje y acercarnos a algunos de ellos. Y si encontrábamos la cueva del agua o llegábamos a otros lugares de interés, pues mejor, pero no era imprescindible.

Finalmente, nuestra excursión duró 7 horas, con paradas para comer incluidas. Básicamente, el trayecto que realizamos fue una ruta circular que partió desde la parte de atrás del policlínico por la carretera, se internaba en el monte hasta llegar a la cueva del agua y de allí, saltando algunos cercados, giraba hacía el mural de la prehistoria y terminaba en el campismo de Dos Hermanas dónde nos dimos un baño. Nos marchamos precipitadamente del campismo cuando vimos que los cubanos empezaban a mirar al cielo y a recoger. Hicimos bien, porque todavía nos quedaba media hora hasta llegar a la casa de Tinguelio y Teresa.

A las 4 de la tarde ya estábamos en casa. Cuando paró de llover salimos a dar una vuelta por el pueblo y a hacer algunas compras para el viaje del día siguiente a Matanzas. El pueblo no tiene demasiado interés: un pequeño cine de pueblo, un mercado de artesanía y algunos restaurantes. Es muy complicado comer en moneda nacional en Viñales. Quién quiera intentarlo, el único lugar dónde es posible conseguir es el restaurante La Torre y un par de ventanas que hay en la calle principal (bocadillos). Esa noche cenamos en la casa de Tinguelio y Teresa, con una interesantísima conversación con Tinguelio sobre la vida en Cuba antes y durante la Revolución (más de 2 horas de charla que tuvimos que cortar para poder madrugar al día siguiente).

Tours en Viñales

Por último, os dejo algunos de los precios que vimos por las excursiones desde Viñales para que tengáis una referencia:

• Cayo Jutias: 15 CUC
• Cueva de Santo Tomas: 13 CUC
• Tour por Viñales: 6 CUC (a pie)
• Excursión a Pinar del Rio (Fabricas de cigarros y Ron y museo de las ciencias): 10 CUC
• Excursión a Vegas Robaina: 15 CUC

Se ofrecen otras excursiones y combinaciones, pero las principales ofertas son estas. También existe, según nos comentaron, una excursión desde La Habana para visitar Viñales en un solo día (sin hacer noche aquí, saliendo muy pronto de la capital y regresando por la noche). Si tienes mucha prisa podría ser una opción, pero creo que es mucho más recomendable visitar Viñales por libre.