En este blog raramente hablamos de viajes organizados, ya que nuestra filosofía es otra completamente diferente. Sin embargo, en ciertas ocasiones, por desconocimiento o por optimizar el tiempo disponible, sí que solemos realizar algunas excursiones organizadas. En Kenia lo hicimos, por ejemplo, para visitar Masai Mara, organizando nuestra excursión con una agencia local. Luego volvimos a Masai Mara por nuestra cuenta y notamos muchísimo la diferencia.
En aquella ocasión, la razón por la que visitamos el parque en excursión organizada fue por la cerrazón o el miedo de nuestros compañeros de viaje a alquilar un 4×4. Pero el artículo de hoy es para mostrar lo que es un safari organizado, la realidad de lo que se vive y lo que se ve. Para mostrar lo que es un safari, ¿qué mejor que un vídeo de cómo se ve un parque desde dentro de un vehículo de safari? Esto es común a viajes organizados y por libre (salvo que por libre, puedes parar cuando quieras, ir dónde quieras…)
Cuando haces un game ride de día completo empiezas por la mañana y haces una pausa a mediodía para comer algo en un lugar habilitado para ello. Pues bien, la comida de ese día, a diferencia del resto de días es de tipo “picnic” y suele consistir en un sandwich, un pedazo de pollo y un zumo.
Hay que decir, que tuvimos “movidas” con la compañía Spirit Of Africa (recomendada por la Lonely Planet) con la que hicimos el safari organizado. Primero el conductor quiso quedarse con la diferencia del precio de la entrada al parque (conseguimos entrar como estudiantes a mitad de precio), luego quiso llevarnos al pueblo Masai a lo cual nos negamos por ser una turistada saca-dinero total, más tarde no respetó lo pactado reduciendo el número de horas en el parque, por supuesto, nunca nos llevó a los sitios especiales, como el doble cruce y finalmente tuvimos que plantarnos para conseguir que nos dejara en el parque Hell’s Gate en vez de devolvernos a Masai Mara como habíamos convenido antes de salir. Este vídeo lo grabamos el día que llegamos a Hell’s Gate:
Hay que decir, que todo lo mostrado aquí sirve para explicar cómo es un safari organizado de bajo coste. Para hablar de cómo es un safari de los que venden en el Corte Inglés por 4000 euros deberíamos haberlo probado, pero para muestra un botón. Cuando visitamos por segunda vez Masai Mara, en nuestro vehículo 4×4 alquilado, en uno de los escasos lugares del río dónde se realiza el doble cruce, se puede ver la siguiente estampa:
Solo grandes vehículos de safari pertenecientes a lodges de lujo y nuestro pequeño todoterreno. Como ya explicamos, se debe a que los safaris “modestos” ratean todo lo posible para economizar gasolina y mecánica, aparte de que para llegar aquí es necesario hacer un pequeño vadeo que resulta complicado para una furgoneta de safari.