Este día fue un día de puro trámite, de comprar billetes, buscar hoteles, desplazarse... nada reseñable.Aunque es seguro que es posible ir de Mae Sot a Kanchanaburi con transportes locales sin pasar por Bangkok, pensamos que lo más fácil, rápido y cómodo sería ir a Bangkok con un bus nocturno y de allí coger el primer tren a Kanchanaburi. Fácil y rápido no lo dudo, pero lo de cómodo no tenía por qué ser así, pero tuvimos suerte…

En una agencia local reservamos dos billetes para ir a Bangkok en un autobús nocturno con un máximo de 32 plazas según rezaba el cartel. En la foto de un panfleto que nos enseñaron había un bus de dos plantas, así que a 16 personas por planta la comodidad estaría garantizada, ¿no?. Sin embargo, el precio tan bajo (428 B), incluso por debajo de los que indicaba la Lonely Planet de 2007, nos hacía ser muy escépticos. Y así fue, el autobús era de dos plantas, en efecto, pero la de abajo era solo para carga y la de arriba… bueno, no era incómoda para un rato, pero para una noche podría ser mortal. Por suerte, nuestros asientos eran los 2 primeros y podíamos poner los pies encima de una bandeja dónde se amontonaba algo más de carga. Recomendación siempre que viajéis en autobús en Tailandia: los asientos delanteros son los mejores, pedidlos si os dejan (no siempre se puede “reservar el número de asiento”).

Nos lo tomamos con calma y mucho humor. En peor situación se vio un pobre hombre al que le debieron haber vendido el mejor de los autocares y se encontró con esto. Lo recogimos en la primera parada que hizo el bus, en la propia estación de autobuses de Mae Sot, después de recogernos a nosotros en el centro del pueblo. Miraba incrédulo la llegada de nuestro autobús de “32 plazas” mientras movía la cabeza en un gesto de desaprobación. Cuando asumió su destino recogió su equipaje del suelo estirando sus brazos que hasta el momento habían permanecido en jarras. Subió al autobús y respiró aliviado, puesto que aunque su asiento estaba cerca del baño (que ya olía un poco mal) y aunque le había tocado el asiento de ventanilla que no permite tanta movilidad como el de pasillo, parecía que no tendría compañero de asiento. Sin embargo, la última pasajera que subió y se sentó en el autobús fue una señora de unos 40 o 50 años con un bebé en brazos. ¡Se escuchaba resoplar al pobre señor desde nuestro asiento! La cara del señor después de toda una noche atrapado daba pena. Sin lugar a dudas, una lección aprendida: si vas a pasar la noche allí dentro, por 3 o 4 euros más vale la pena asegurarse que uno va en el autobús adecuado. Nosotros tuvimos mucha suerte, pero podría haber sido un verdadero infierno este viaje.

Finalmente, tras una noche relativamente tranquila, despertamos medio descansados cerca de la estación de autobuses de Bangkok (la de Chatuchak). Desde allí tomamos un bus urbano que tardó casi dos horas en dejarnos en la estación de trenes del sur desde dónde compramos un billete de tren-cama en litera superior a Hat Yai (las de abajo ya se habían terminado y eso que son más caras). Podríamos haber realizado esta reserva por Internet, pero no lo pensamos a tiempo y nos tocó recorrernos medio Bangkok con las mochilas y, lo que es peor, perder el tren de la mañana a Kanchanaburi que sale desde otra estación de trenes (la del oeste). Tuvimos que comer en un lugar nada recomendable en Thon Buri (junto a la estación de trenes del oeste, dónde hay un mercado que, literalmente, apesta). Para matar el tiempo de espera jugamos unas partidas a las cartas y luego, en el tren, dormimos una siesta. ¡Qué cómodo es el tren en comparación con el autobús!

Ya en Kanchanaburi nos recorrimos todos los hoteles y guest-houses que hay desde la estación del tren hasta casi el puente sobre el río Kwai. Nuestro estudio de mercado nos hizo encontrar una joyita, el hotel Tara, que comparte servicios con una guest-house sensiblemente más cara, y que por 250 B la noche ofrece agua caliente, ventilador, televisión y piscina en unas limpísimas y bonitas habitaciones con dos baños compartidos. Teníamos pensado plantar el campamento aquí y esperar hasta el sábado o el viernes por la tarde-noche, así que queríamos un hotel que estuviera un punto por encima de lo que estábamos acostumbrados. ¡Y vaya si lo encontramos!

NOTA: La tele sí nos la dejaban usar, el aire acondicionado no, nos quitaron el mando a distancia.

Gastos:

Desayuno: 18 B
Bus local en Bangkok: 2×19 B
Tren a Hat Yai: 1100 B
Barco por el río: 2×15 B
Comida: 78 B
Tren a Kanchanaburi: 2×100 B
Hotel: 250 B
Lavandería: 60 B
Cena: 175 B

2 Replies to “De Mae Sot a Kanchanaburi pasando por Bangkok”

  1. Cristina says:

    ¡Vaya aventura entre buses y trenes! Me encanta viajar en tren, como a ti, aunque no estoy muy segura de la comodidad de los mismos en algunos países. Ya nos contarás más en tu vuelta al mundo.

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