En nuestro viaje a Cuba, entre otras muchas sorpresas, estuvo la relación que los cubanos, tanto individualmente como colectivamente, tienen con la tecnología y la cultura. Para no perder la perspectiva, conviene recordar que estamos hablando de un país pobre que a principio de los años 90 sufrió un golpe económico del cual todavía no se ha recuperado.
Dicho esto, una de las cosas que más nos sorprendió a nivel individual es que en Cuba hubiera una gran cantidad de teléfonos móviles tipo smartphone y tablets. De hecho, nuestro primer golpe con la realidad cubana fue ese, cuando nada más aterrizar en La Habana subimos a un autobús de línea y vimos a varios grupos de jóvenes jugando con sus teléfonos móviles. Nosotros que pensábamos que llegábamos a un país poco más avanzado que África y resulta que de pronto nos encontramos con una escena que bien pudiera haber ocurrido en un autobús de cualquier ciudad española.
Internet en Cuba
Más tarde descubrimos que en realidad prácticamente ninguno de esos teléfonos móviles tiene acceso completo a Internet. La mayoría solo acceden con él al correo electrónico Nauta proporcionado por la empresa de telecomunicaciones nacional (ETECSA). Para acceder a Internet de manera completa, los cubanos tienen otras opciones. Algunas opciones solo están al alcance de unos pocos, como la posibilidad de tener Internet en el centro de trabajo o incluso en casa, que solo es posible, según nos explicaron, para aquellos que tienen un trabajo que lo requiere y aquellos que han sido premiados por sus misiones internacionales (normalmente médicos). Así que la manera más simple de acceder a Internet es pagar los 2 CUC (aproximadamente 2 dólares) que cuesta una hora de Internet en un hotel o en un espacio público. Son espacios de reciente creación cuyo objetivo es proporcionar acceso a Internet a todo aquél que lo desee vía wifi o con uno de los ordenadores que disponen en las salas de navegación de ETECSA. Probamos esa conexión y pudimos comprobar que a pesar de la gran cantidad de usuarios que hay conectados al mismo tiempo, la mayoría realizando video-llamadas, la velocidad y estabilidad de la conexión era excelente. El gran problema de este servicio es el precio, que actualmente está en 2 CUC por hora, tras una bajada del 50% que se produjo unos meses antes de llegar nosotros a la isla. Las promesas del gobierno son seguir bajando ese precio paulatinamente hasta ponerlo al alcance de todo
Es curioso ver como los hábitos que tenemos en los países donde Internet ya está consolidado socialmente se repiten en Cuba donde Internet es un fenómeno reciente. Así, las personas que se reúnen entorno a las plazas con zonas wifi habilitadas y compran la tarjeta ETECSA de conexión, quedan abstraídos, con los ojos pegados a sus terminales durante su sesión de navegación igual que se observa en cualquier otro lugar del mundo.
En Cuba también ven Aida: el paquete
Cuando a los 3 días de estar en Cuba un par de jóvenes en la plaza de armas me explicaban qué era eso de “el paquete”, he de confesar que sonreí recordando tiempos pasados. El paquete no es más que un compendio de películas y series grabadas en una memoria flash. Cada semana, aquellos que quieren ver las últimas series o las películas más destacadas, llevan su memoria flash a una de las muchas tiendas donde ofrecen este servicio y donde les rellenan los 4 u 8 gigas de su USB con los nuevos capítulos de las series que están siguiendo. Exactamente lo mismo hacíamos nosotros en los años 90 cuando poca íbamos a la tienda de informática del barrio a comprar el último DVD recopilatorio de películas o videojuegos del momento.
Ni que decir tiene que el paquete lo paga uno de los amigos y al día siguiente lo tiene todo el barrio. Un rasgo que distingue a los cubanos es su capacidad de auto-organizarse, especialmente si es para ahorrar.
Entre las series que nos dijeron que seguían, algunas nos sorprendieron, como es el caso de Aida o de Águila Roja y otras nos las esperábamos, como la mayoría de las series de HBO. Nos sorprendió que no conocieran ni Breaking Bad ni Juego de Tronos, dos de las series más deseadas en España.
El software libre en Cuba
Una de las cosas que aprendimos allí fue que existe una distribución de Linux llamada Nova que es la que se usa en los organismos oficiales y en muchas empresas. No creo que en toda Cuba se pague ni una sola licencia de Windows. Durante nuestra estancia en la isla compramos la revista “Giga” (6’50 pesos), apodada “La Revista Cubana de Computación” y, aunque sí existe alguna referencia a Windows, la mayor parte de sus contenidos tratan temas de software libre y Linux.
Teléfono en Cuba
Para los extranjeros tener un número de teléfono propio en Cuba es realmente caro. Alquilar una SIM cuesta 3 CUC al día y no contempla la posibilidad de acceder a Internet. Por el contrario, en todas las ciudades cubanas hay multitud de cabinas de teléfono desde donde se puede llamar por muy poco dinero (con 1 peso puedes hacer una llamada local de un par de minutos). En cuanto a los hogares, el precio de las llamadas es también muy bajo y eso propicia que uno de los “deportes nacionales” sea estar colgado al teléfono.
Derechos de autor
En ningún país como en Cuba, los derechos de autor se han convertido de manera tan clara en derechos ciudadanos. En Cuba no existen los manteros que venden copias “pirata” de las últimas películas en DVD. Allí hay tiendas legales que ofrecen este tipo de películas por pocos pesos. Muchas veces estas son las mismas tiendas que ofrecen “el paquete” del que hablábamos más arriba.
En televisión es posible ver películas que acaban de salir en DVD, como la última película de Javier Fesser, “Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo“, estrenada pocos meses antes en cines comerciales de todo el mundo. Desconocemos si la productora de estas películas recibe algún tipo de emolumento por la proyección de las mismas, aunque la situación del cine nos hace suponer que no. Y es que en los cines de Cuba es habitual ver películas directamente descargadas de Internet. ¿Que cómo lo sabemos? Pues porque hemos llegado a ver el típico rótulo de “Película ripeada por…”. Por cierto, recomiendo visitar un cine cubano ya que son en su mayoría cines que se han quedado parados en el tiempo, dónde podrás disfrutar de una sesión por tan solo 2 pesos cubanos y que te trasladaran a otra época.
La cultura en Cuba
Si los derechos de autor en Cuba son derechos del pueblo, en el tema de la cultura se alcanzan cuotas increíbles. Los precios son realmente asequibles para un cubano, aunque habitualmente los extranjeros suelen pagar mucho más. Los grandes teatros y auditorios tienen precios entre 20 y 30 pesos (alrededor de un euro) y es habitual encontrarte con actuaciones gratuitas o mucho más económicas (por ejemplo, en el Pabellón Cuba hay una variada programación diaria durante todo el verano).
Adicionalmente a estas manifestaciones culturales y artísticas, existen multitud de actuaciones particulares en las calles y cafés de cualquiera de las ciudades. Desde los artistas plásticos que se juntan los domingos en el Paseo del Prado, hasta las veladas musicales que se organizan a diario en las distintas Casas de la Trova, pasando por rincones como el callejón de Hamel o los carnavales.
La prensa escrita colabora también en el enaltecimiento de la cultura cubana y suele publicar regularmente artículos sobre ciencia y tecnología que contribuyen al conocimiento de los cubanos que son fervientes lectores. Algo que en España es raro, leer todos los periódicos que se publican, es algo habitual en Cuba y recuerdo alguna anécdota dónde nos contaban que tal vecino es un poco duro de mollera (“rosca izquierda”) comentando jocosamente que “¡ni siquiera lee los periódicos del día!”. El siguiente es un artículo que encontramos por casualidad en la contraportada del diario Granma del 29 de agosto de 2015 y que explica la historia y evolución de los virus informáticos en Cuba.
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