En este artículo vamos a describir las formas de financiación de un gran viaje. No se va a entrar a describir pormenorizadamente las diferentes fuentes de financiación, sino que se van a explicar cuales son los elementos básicos y en próximos artículos ya desgranaremos algunas ideas para explotar al máximo los recursos con los que cuente cada uno.

¿Qué es un gran viaje?

No vamos a entrar a crear definiciones porque no nos pondríamos de acuerdo. Lo importante es que un gran viaje es un viaje que tenga una duración mayor de unas simples vacaciones (yo diría que como mínimo 6 meses, pero no quiero entrar ahí) y que represente un desembolso económico significativo.

Las tres formas de financiar un gran viaje

Para financiar un viaje solo hay 3 maneras:

  1. Ahorros
  2. Ingresos pasivos
  3. Trabajando durante el viaje

Vamos a explicar estos modos de financiación y sus relaciones.

Financiar un gran viaje con ahorros

Es la forma más habitual de financiar un viaje tal y como nos demuestran cada semana los viajeros que participan en nuestras entrevistas a viajeros. Como puedes imaginarte, consiste en acumular dinero durante un tiempo para poder gastarlo durante el viaje.

Lo más habitual es trabajar y gastar poco en tu país antes de salir de viaje. Que te toque la lotería o te den una herencia también es viajar con ahorros, ya que en el momento en el que lo cobras el el dinero se convierte automáticamente en ahorros.

Los ataudes apilados en el interior de la cueva con pequeñas ofrenda en forma de billetes, monedas o caramelos recuerdan a ciertas películas de terror.
Si os veis demasiado necesitados, saquear tumbas es una manera de obtener recursos 😛

Financiar un gran viaje con ingresos pasivos

Viajar con ingresos pasivos es algo así como encontrar la gallina de los huevos de oro. Consiste en encontrar una fuente de financiación que proporcione dinero sin hacer nada o casi nada. ¿Eso existe? Por supuesto y vas a ver como conoces más de una de estas fuentes de dinero.

La fuente de ingresos pasivos más conocida y habitual es el alquiler de una vivienda. Si tienes una vivienda en propiedad con o sin hipoteca, puedes alquilarla para obtener unos ingresos pasivos que puedes gastar durante el viaje. Evidentemente, si tu casa tiene hipoteca tienes que conseguir alquilarla por más dinero del que te cuesta mantenerla (hipoteca + gastos de comunidad + IBI + seguro) o en vez de tener ingresos pasivos lo que tendrías es un gasto.

Pero no solo alquilar una vivienda es una manera de obtener ingresos pasivos. ¿Nunca has escuchado eso de “vivir de rentas”? No es muy habitual, pero si tienes una gran cantidad de dinero, esta puede generarte unos intereses que te sirvan para ir tirando.

Por último, existen ciertos negocios que están a caballo entre la financiación mediante ingresos pasivos y la financiación mediante el trabajo y que permiten vivir viajando trabajando solo unas pocas horas al mes. El ejemplo más claro de este tipo de financiación podría ser un blog (con muchos miles de visitas diarias) que debido a un trabajo previo al viaje es capaz de mantenerse bien posicionado y con apenas trabajo genera ciertos ingresos.

Financiar un gran viaje trabajando

Si bien el viajar con ahorros es la manera más habitual de financiar grandes viajes, los viajeros perpetuos o nómadas, es decir, aquellos viajeros que no tienen una fecha de regreso y pasan muchos años viajando, suelen utilizar su fuerza de trabajo para mantenerse en el viaje. Es más, muchos nómadas empezaron su viaje tirando de ahorros y acabaron trabajando al ver que los ahorros se iban terminando.

Existen dos grandes grupos de viajeros que financian su viaje trabajando: los que viajan mientras trabajan y los que paran para trabajar.

Trabajando durante el viaje (trabajo permanente)

Este grupo de viajeros desarrollan una actividad que es compatible con el desplazamiento, es decir, que no requiere que se establezcan en un lugar fijo para poder desarrollarla. Por ejemplo, dentro de esta categoría entrarían todos los nómadas digitales, esos viajeros que pueden trabajar en cualquier lugar dónde haya una conexión wifi.

En Sudamérica, por ejemplo, es muy habitual encontrarse grandes viajeros que financian su viaje vendiendo todo tipo de artesanías que elaboran durante el propio viaje (por las noches crean la artesanía y por el día van a venderla a los mercados o playas).

Algunos trabajadores salieron a ver el festival.
No nos mires, únete. A veces la “glamurosa” vida del viajero a tiempo completo tiene que parar unos días para realizar cualquier tipo de trabajo con el fin de poder seguir cumpliendo el sueño.

Viajes intermitentes (trabajo estacional)

La otra categoría de viajeros que trabajan es la de los viajeros intermitentes, que detienen su viaje durante unas semanas o meses para establecerse en un lugar (normalmente un país rico o dónde paguen bien por su trabajo). Si bien la mayoría de los viajeros de la categoría anterior realizan trabajos en la economía sumergida (sin declarar, de manera ilegal o alegal), entre los viajeros intermitentes podemos encontrar una mayoría de viajeros que si tienen todos los permisos para realizar ese trabajo.

Dentro de los viajeros intermitentes se encuentran algunos nómadas digitales que prefieren parar unos meses para trabajar (por comodidad, más que por necesidad) o los viajeros que solicitan la Working Holiday en Nueva Zelanda, por ejemplo. También hay muchos viajeros que trabajan a cambio de alojamiento y un pequeño salario en un hostel o viajeros que se vuelven a su país, trabajan durante unos meses y luego regresan.

Relaciones entre las distintas maneras de financiar un viaje

Normalmente nadie financia un viaje de una única manera y tampoco se puede decir que una manera de financiación de un gran viaje sea pura. Por ejemplo, dentro de los ingresos pasivos, alquilar una vivienda u obtener grandes rentas de un dinero a plazo fijo, en el fondo es estar explotando unos ahorros. O como comentaba antes, en el caso de tener un negocio que ofrece ingresos pasivos, hay días que tendrás que sentarte a trabajar.

Habitualmente, un viajero no tiene una única manera de obtener ingresos para financiar el viaje. Es muy habitual, especialmente en el caso de artesanos viajando por Sudamérica, que además de su propio trabajo, tengan algunos ahorros guardados para tirar de ellos en caso de que no llegue con lo que se gana o si ocurre alguna eventualidad (como que la policía te confisque la mercancía).

No existe una manera única y pura de financiar un gran viaje.

Cómo financiar un gran viaje
Esquema con las diferentes maneras de financiar un gran viaje y algunos ejemplos

Cómo plantearse la financiación de un gran viaje

Tal y como expliqué al principio del artículo, no se iba a tratar aquí ninguna forma de financiación en particular, sino que iba a realizar una generalización acerca de las diferentes maneras de conseguir el dinero que hace falta para lograr financiar un gran viaje. Más adelante trataremos en profundidad las diferentes estrategias que existen para ir consiguiente el dinero que nos posibilite afrontar un viaje de estas características.

No obstante, no hay que perder de vista que para manejar correctamente el presupuesto de un gran viaje no solo se trata de tener o ganar mucho dinero, sino en saber cómo gastarlo de manera inteligente para que no se descuadre dicho presupuesto. Acerca de la forma de no gastar dinero innecesariamente hemos escrito mucho y seguiremos escribiendo también en sucesivos artículos.

Presupuesto : ingresos – gastos

Las tres ideas que sí que me gustaría que quedaran claras para cualquier viajero que se plantee en serio montarse un gran viaje son:

  1. No renuncies a ninguna fuente de financiación y combina todas las que te sean posible.
  2. El objetivo presupuestario del viaje solo se cumplirá si además de obtener dinero eres capaz de no gastar innecesariamente.
  3. Debe fijarte un presupuesto total, anual o mensual y respetarlo.

Respecto a este último punto es fundamental obtener información de otros viajeros y saber cual es tu propio estilo de viaje. No es lo mismo un viajero que está dispuesto a dormir en una tienda de campaña que otro que quiere un hotel con una mínima categoría. Eso va a hacer que los presupuesto se disparen. Una vez fijado el presupuesto es muy importante seguirlo y no pasarnos (o recuperar los excesos).

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