Para llegar a las islas Phi Phi desde Ao Nang en temporada baja hay que comprar el billete en una de las múltiples agencia de viajes. Probablemente, en temporada baja no existirá un ferry desde Ao Nang por lo que el único ferry de la zona saldrá desde el puerto de Krabi. Comprando el billete en una agencia de viajes, una furgoneta vendrá a buscarte a tu hotel y te llevará a Krabi a tiempo para que cojas al ferry (todo incluido en el precio). Esta es una de esas cosas curiosas que sucede en Tailandia, que comprando el billete en una agencia de viajes que movilizará varios medios de transporte el precio final será más bajo que comprándolo directamente en las oficinas del puerto.
El viaje en ferry es de lo más cómodo: aire acondicionado, asientos reclinables, espacio para dejar las mochilas y, además, el oleaje apenas mueve el barco por lo que el posible mareo es menos probable. El viaje dura algo menos de 2 horas y el ferry te deja en el puerto principal de Phi Phi Do, la isla principal. A modo de impuesto nada más bajar del barco tendrás que soltar 20 bahts por persona. Y después de pagar encontrarás una hilera de tailandeses con letreros de hoteles que están ahí esperando a gente de su hotel, es decir, que si has reservado una habitación en un hotel tendrás que buscar el tuyo y hablar con la persona que lleve el cartel para que te diga como llegar o te lleve él.
En cuanto sales del puerto encontrarás diversas agencias que tratarán de colocarte un hotel. Ignóralas si quieres tener la posibilidad de negociar un precio mejor, ya que aunque los precios que te darán estas agencias son los “oficiales”, a la hora de la verdad y especialmente en temporada baja, todos los precios son negociables. Por ejemplo, nosotros preguntamos por el hotel más barato y nos dijeron que era el Harmony por 400 B la noche y precisamente ese fue en el que nos quedamos, pero por 100 bahts menos y vimos otros hoteles a 300 B al día siguiente, pero no cambiamos.
Phi Phi es una isla sin tráfico, aunque hay algún coche y alguna moto, pero se utilizan para tareas muy concretas (especialmente la construcción) y poca gente los usa. Lo que sí hay muchas son bicicletas y son bastante peligrosas puesto que van a saco en calles estrechas llenas siempre de gente. Por cierto, me sorprendió ver la cantidad de gente que había en la isla en temporada baja y ni me quiero imaginar lo que será eso en temporada alta. En serio, parecía Benidorm en sus mejores momentos.
Notamos que aquí, además de los precios del alojamiento, el de las comidas también era superior. Incluso el 7-eleven tiene otro rango de precios diferente para estas islas que ciframos en un 30% más caro. Por ejemplo, en el norte es fácil encontrar smoothies por 20 B (o menos) y aquí es imposible encontrarlos por debajo de 40 B. Los masajes suben también entre 50 y 100 B, igual que los alojamientos. Comer resulta hasta el doble de caro y se iguala bastante la comida thai con la western por lo que es un buen momento para comer bocadillos y pasta.
La isla tiene un poblado principal, dónde está prácticamente todo y varias playas, algunas con hoteles alrededor y algunos poblados en lo alto de la montaña. Respecto al resto de los aspectos del pueblo principal es lo esperable: buenas playas (aunque algo sucias), un montón de tiendas de todo, sobretodo enfocadas al turismo, y mucha gente, demasiada quizás. Y respecto a los demás lugares, solo visitamos uno pero fue una verdadera aventura totalmente recomendable que relataré el próximo día.
En cuanto a playas, desde la población tienes una a un lado y otra al otro lado, separadas por solo unos 400 metros en su parte más estrecha. La playa dónde está el puerto tiene más barcos y hay más gente moviéndose, pero está más límpia. La otra playa es más tranquila, pero la arena en algunos lugares tiene bastantes desperdicios que nadie quita. Desde el puerto hay letreros que te invitan a ir hacía la izquierda (mirando el mar) hasta una tal “long beach” (playa larga). El camino es largo, pero vale la pena, ya que aquí sí que se plasma el concepto de playa tailandesa que teníamos nosotros. Allí hay algunos hoteles y restaurantes, así que no hace falta llevarse nada. Advierto que el camino va por sendas y son unos 20-30 minutos, aunque si tienes suerte y baja la marea puedes ir gran parte por la playa o incluso andando por dentro del mar (cubre un poco, pero no llega a las rodillas).
La zona “barata” es la zona dónde se encuentra nuestro hotel, que era la típica zona mochilera antes de que todo se convierta en una zona muy turística. Importante a la hora de elegir hotel: la calle que sube al mirador es la que es barata y tranquila, la calle principal justo antes de llegar a esta también tiene sitios no demasiado caros, pero es muy ruidosa.
En Phi Phi hay muchas actividades y excursiones posibles: visitar las islas vecinas, combates de muay thai por las noches, cursos de buceo oficiales, snorkeling, trekkings, escalada, espectáculos de traga-fuegos, etc. Podrías estar perfectamente allí una semana sin aburrirte si te gustan estas actividades.
Gastos 22A
Tasa Phi Phi: 2×20 B
Desayuno: 63 B
Hotel: 300 B
Comida: 215 B
Merienda: 50 B
Cena: 220 B
Coca-cola y agua: 30 B
Gastos 23A
Desayuno: 50 B
2 noches de hotel: 600 B
Bus a Bangkok: 2×650 B
Comida: 100 B
Masaje: 250 B
Cena: 141 B
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