¿Es Phu Quoc para mochileros?

Tratar de decir si Phu Quoc es un destino para mochileros es realmente complicado porque no sabemos qué es un mochilero aparte de alguien que anda con una mochila. Sin embargo lo que sí que podemos contar es cómo es Phu Quoc y lo que te vas a encontrar para que decidas si tu forma de viajar se ajusta a lo que la isla ofrece.

El clima de Phu Quoc

La isla está pegada al continente por lo que el tiempo no cambia mucho salvo por la suavidad de las temperaturas que se puede apreciar en las islas. Para explicarlo gráficamente, en Ho Chi Minh pasábamos mucho calor y sudábamos mucho, mientras que en Phu Quoc pasábamos mucho calor, pero no llegábamos a sudar.

Dicho esto, el clima en Phu Quoc es bueno todo el año, con dos épocas marcadas, la de lluvias y la de no lluvias. Sin embargo, además de fijarte en el clima atmosférico, como probablemente vayas a Phu Quoc con la idea de mirar bajo el mar (con snorkeling o tubos de buceo), debes fijarte también en el clima más propicio para que haya visibilidad. Por ello, el mejor mes para visitar Phu Quoc es enero y agosto es uno de los peores (aunque casi todo el mundo va en agosto, por aquello de las vacaciones y tal).

¿Qué hay que ver y hacer en Phu Quoc?

No demasiado, la verdad. Hay una cárcel-museo, una catarata con una bonita caminata que solo tiene agua en época de lluvias (sí, venir en Agosto es bueno para ver la catarata), algunos pueblos de pescadores, algunas playas interesantes y poco más. Lo más interesante es el buceo y el snorkeling, pero, sinceramente, no está a la altura de Tailandia o Indonesia.

Lo que hay mucho es marisco. En el mercado nocturno que se monta en Duong Dong cada noche se puede comer sentado en una silla y eligiendo la pieza que te vas a comer al peso. Es algo más barato de lo que te costaría en otros lugares, pero aún así son precios altísimos. Nuestros amigos Paco y Miguel nos comentaron que en las calles paralelas al mercado hay puestos callejeros de marisco realmente barato, en plan a 1 euro el plato, pero nosotros no los vimos (aunque tampoco buscamos mucho, no nos vuelve locos el marisco).

A mi lo que más me gustó de Phu Quoc fue recorrer la isla libremente en moto. Como es tan pequeña puedes alquilar una moto e ir a cualquier lugar y volver el mismo día, especialmente si estás alojado en Duong Dong que está en el centro de la isla. Nosotros lo que hicimos fue recorrer un día el sur y otro día el norte.

En el sur, está el pueblo de An Thoi desde dónde se pueden organizar excursiones con los pescadores para ir a ver el archipiélago de islas que hay allí cerca. Esa era nuestra idea inicial, pero finalmente no lo hicimos ya que nuestras experiencias en las playas del norte con el snorkeling fueron bastante fustrantes ya que la visibilidad era realmente escasa (1-2 metros) debido a que el mar estaba movido.

Phu Quoc: dónde dormir, comer… datos prácticos

Cómo llegar a Phu Quoc ya lo hemos explicamos y lo que hay que ver en Phu Quoc más o menos también.

Para dormir hay básicamente 3 lugares: el centro de Duong Dong, Long Beach y An Thoi. Yo directamente descartaría An Thoi por estar en un extremo (lo cual te dificultaría luego moverte al norte), aunque quizás tenga los precios más bajos de la isla. Duong Dong lo bueno que tiene es que por la noche puedes salir caminando a visitar el mercado nocturno y hay muchas opciones para comer. Si te quedas en Long Beach vas a depender de una moto o de los taxis, así que aunque sea más barato en principio, al final te va a salir más caro el alojamiento. Por cierto, todos los hostels de mochileros están en Long Beach, pero normalmente por la parte norte que es más accesible a pie o en taxi.

Nosotros nos quedamos en un pequeño hotel a 200 metros del mercado nocturno sin reserva previa (Hiep Phong Guest House). Preguntamos precios en una docena de sitios y al final nos quedamos en este lugar que era el más barato y además tenían motos para alquilar. Fue dónde más pagamos en todo Vietnam: 300.000 VND. El precio más bajo posible en las webs de reservas de hoteles es de 250.000 VND (10 euros), pero creo que Phu Quoc es un lugar dónde subir un poco el presupuesto hasta los 20 euros puede hacerte conseguir hotelazos como estos y mejorar mucho tu experiencia de viaje.

Para comer en Phu Quoc, aparte de lo ya mencionado de comer marisco, se pueden encontrar algunos restaurantes bastante interesantes perdidos por las calles de Duong Dong. Los que están al lado del río y los que hay en el mercado nocturno son para turistas a precios 3 y 4 veces más altos de lo normal. Lo que sí que os recomiendo es que vayáis a tomar un batido (desde 20000 VND) a un pequeño local que está en la esquina de la calle Bach Dang con Nguyen Trung Truc, justo cuando empieza el puente sobre el río. Es una heladería y hamburguesería (hamburguesas decentes) que hace unos batidos y smoothies de frutas que están para chuparse los dedos. No dejéis de probar el de zanahoria, os sorprenderá.

Entonces, ¿es Phu Quoc para mochileros?

Mi opinión es que no es la mejor opción. Cuando caminábamos por la noche por el mercado nocturno no podíamos dejar de pensar cómo disfrutarían nuestros padres aquí: por la mañana visita de las cataratas (un senderito corto y bonito) o la prisión o excursión en barco, luego a descansar en la playa de Sao Beach y por la noche a ponerse hasta arriba de marisco. Si ese es tu plan, entonces este es tu lugar, pero tienes que saber que el presupuesto diario en ese caso no vas a poder bajarlo de 25 euros al día por persona.

Evidentemente se puede visitar la isla con un presupuesto mucho menor: puedes dormir en las playa con tu tienda de campaña, comer en lugares locales y puedes moverte en autoestop o autobús público (hay pocos), pero sinceramente creo que hay mejores lugares en el sudeste asiático que con menos presupuesto te van a dar más.

Ahora bien, si te sobra un poco de presupuesto al final de tu viaje, entonces sí que te recomiendo la visita. Te pillas uno de esos hoteles que he comentado antes, un vuelo baratísimo desde Ho Chi Minh o Hanoi y te pones hasta arriba de marisco cada noche mientras te bronceas cada día. A esa vida de mochilero de lujo yo me apunto 😉