19/03 – La fuerza del glaciar

No sabíamos que hacer durante el día de hoy. En principio el plan era hacer la excursión “Todos los glaciares”, pero después de ver el video de HombreLobo.com explicando como son las cosas en el barco, decidimos no derrochar el dinero y buscar otra cosa para hacer. Pero, ¿qué? La ciudad de Calafate es una ciudad que vive únicamente del turismo. Todo está orientado a recibir turistas extranjeros, con precios altísimos para casi cualquier cosa. Y además hay poco para hacer fuera del Parque Nacional de los Glaciares, con lo cual la única opción que hay es ir a ver el Parque y hacer alguna de las actividades típicas ofrecidas por el monopolio “Hielo y Aventura” o quedarte encerrado en casa (apunte personal: se ofrecen algunas excursiones en 4×4 que tienen buena pinta aunque son bastante caras, nosotros nunca hacemos este tipo de excursiones porque ya disfrutamos de un vehículo de este tipo a diario, pero puede ser una alternativa).

Después de un magnifico desayuno en el hostel y de un despertar perezoso, nos acercamos a la estación de autobuses y a la oficina de turismo (que está en dicha estación). Lo primero fue reservar el billete de bus para ir a Puerto Natales, después de comprobar que no había ninguna posibilidad de hacer el trayecto pasando por la cueva del Milodón (tal y como habíamos visto en algunas páginas de Internet). Lo compramos con la compañía Contra que sale cada mañana a las 8:30 y llega a las 14:00 ($50 x 2). Existe otra compañía que hace el servicio unos días por la tarde y otros por la mañana. En cuanto a ir al Perito Moreno, existen varias opciones de bus, pero todas dejan poco tiempo en el destino. Sin duda la mejor es una compañía que sale a las 10:00 y regresa a las 17:00 (calcular 1 hora por tramo).

Las tres únicas excursiones baratas son ir a ver las cuevas del Walichu, remar por el lago Argentino o ir a la laguna Nimez. La primera opción nos la desaconsejó la chica de la oficina de turismo. Hay que tomar un taxi o remis hasta el inicio del sendero (unos 8 o 9 kilómetros) y luego andar hasta la cueva, pero dijo la mujer que estaba cercado el perímetro de las cuevas y que si no había nadie para abrir la puerta habríamos hecho el paseo en vano, además de tener que llamar a un taxi para que volviera a recogernos. La segunda opción no la probamos, teníamos que ir hasta gobernación naval o algo así, que se encuentra a unos kilómetros a las afueras de El Calafate en dirección al Perito, y allí se supone que nos dejarían un bote a remos totalmente gratis (preguntad en la oficina de turismo; una buena idea para llegar puede ser alquilar bicicletas, pero son realmente caras). La tercera opción, la de la laguna Nimez, es realmente interesante. Se trata de una especie de zona pantanosa dónde se concentra gran cantidad de aves. Es una zona muy tranquila y relajada donde, si disponemos de prismáticos, podremos pasar un buen rato. Decidimos ir.

De camino a la laguna, encontramos el museo de interpretación de El Calafate, donde una señora con una verborrea impresionante trató de convencernos para que pagáramos $17 cada uno para entrar a ver 4 posters y un video del origen del pueblo y sobre el glaciar. Evidentemente salimos de allí por piernas.

Entramos a la laguna (2$ x 2) pero no la pudimos visitar por completo. Unos días antes había crecido el lago y la mitad de la zona estaba encharcada y difícil de transitar, por lo que los cuidadores decidieron cerrar algunos tramos del recorrido. Allí conocimos a Hugo y Soledad, con quienes entablamos amistad y decidimos volver a ver el Perito. Nuestra primera idea fue ir a ver el Perito por la noche, alquilando un coche para aprovechar que había casi luna llena y que a partir de las 20:00 no se paga entrada. Sin embargo, recorrimos casi todas las agencias de El Calafate sin éxito, ninguna tenía un coche disponible. Se notaba la temporada alta. En cualquier caso, nos informan que sus precios oscilan entre los $190 y los $210 por día.

Sin más opciones, tuvimos que intentar contratar un remis. Negociamos con varias compañías y al final conseguimos uno por 250$ (10$ mas que el día anterior). Le decimos que vaya a buscarnos a la puerta de la estación a las 16:00 y nos vamos a comer. Los 4 nos fuimos a comer a un restaurante que se encuentra justo al lado del Calafate Hostel y dónde sirven unos menús impresionantes, especialmente el postre ($38).
A las 16:00 estaba el remis esperándonos. Medio dormidos nos acercamos hasta el punto de control dónde nos preguntaron cuantos billetes queríamos y Hugo respondió “4 argentinos”. Así de fácil, logramos entrar en el Parque por $12, su precio justo. El remis nos llevó directamente hasta la zona de pasarelas del Perito, donde, igual que el día anterior, nos quedamos embobados mirando como evolucionaba lentamente aquella masa de hielo informe. Vimos muchos derrumbes, pero sobre todo nos sobrecogió el estruendo de las precipitaciones internas, las que no se ven, pero se escuchan a la perfección. Aquella tarde, a esas horas, casi en solitario, pudimos disfrutar mucho mejor aquél espectáculo de la naturaleza.

El día anterior, con la emoción y la prisa por culpa de la señora que vino con nosotros en el remis, no encontramos una de las pasarelas, que había permanecido oculta a nuestros ojos. Además era la pasarela que más se acercaba al glaciar, dónde se sentía más cerca. La recorrimos deprisa, pues imaginábamos dónde llegaría, casi hasta la base del glaciar, dónde se junta con el hielo se junta con la tierra cortando el paso de las aguas de una parte a otra del lago. Pero queríamos algo más. Ya era casi de noche, el sol hacía rato que se había escondido, así que escoltados por la Luna, saltamos la valla y bajamos por el antiguo sendero hasta la misma base del glaciar, dónde pudimos tocar el hielo y ver las verdaderas dimensiones de aquella mole en movimiento. Fue el mejor momento de todo el viaje, sin lugar a dudas.

Después de aquello, poco quedaba por hacer. Regresamos a la ciudad con una sonrisa de oreja a oreja, satisfechos por haber estado “tan cerca”. Cenamos en un lugar llamado Ricky’s ($51 + $3 de propina), muy recomendable, y nos fuimos a dormir para estar el día siguiente bien pronto en la estación de autobuses.

Gastos del día:
100$ Billete de bus a Puerto Natales
4$ entrada a la laguna Nimez (2)
38$ comida
125$ remis al glaciar (2 personas, medio remis)
24$ entrada PN de los Glaciares (2 argentinos)
54$ cena

Total: 345$

One Reply to “Crónica: Argentina (V)”

  1. sabrina says:

    Hola, que lindo todo lo que escriben. lo mas hermoso es poder caminar por el glaciar, es algo único y que todos deben hacer!!!!

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