Cómo ir de Holguín a Baracoa vía Moa

Muchos viajeros creen que la única manera factible de llegar a Baracoa es pasando por Santiago de Cuba. Esta creencia está basada en que las rutas de Via Azul para llegar a Baracoa solo pasan por Santiago y no hay autobuses por el norte. Sin embargo, es posible hacer ese recorrido y, no solo eso, creo que es altamente recomendable ir de Holguín a Baracoa vía Moa o hacer el recorrido al revés (de Baracoa a Holguín), por el interés paisajístico de la ruta.

Salida de Holguín

Por supuesto, cuando hablo de Holguín, se puede poner aquí cualquier ciudad de la cordillera norte de Cuba. Digo Holguín porque era la ciudad dónde estábamos.

Para hacer el recorrido vamos a tener que ir alternando distintos medios de transporte públicos. Aunque el trayecto se puede hacer relativamente rápido, recomiendo salir bien pronto por la mañana por si acaso surgiera algún tipo de complicación y, además, para así poder aprovechar la tarde en Baracoa.

Nosotros nos levantamos pronto y a las 7 ya estamos en el camión camino a Moa. El camión hace muchas cosas raras que no habíamos visto antes: primero cobra en 2 tramos, una mitad hasta un destino y luego sin bajar del camión cobra la otra mitad (no es un problema si vas hasta el final: Moa); luego, en una parada nos dice que no continúa y paga a otro camión para que nos lleve al destino. Esto ocurrió porque ya eramos pocos pasajeros los que íbamos en dirección a Moa, no es normal. Lo malo fue que perdimos nuestros asientos porque el otro camión venía casi lleno.

Moa, destino intermedio dónde no querrás quedarte

Dicen de moa que es la ciudad más fea de toda Cuba. Probablemente sea verdad. Es una ciudad muy industrializada y bastante gris. Las carreteras para llegar hasta allí, tanto desde la zona de Holguín como, especialmente, desde la zona de Baracoa.

Nuestra llegada a Moa fue cerca de mediodía, por lo que calcula que desde Holguín nos debió costar casi 5 horas llegar. La carretera está llena de baches, pero está asfaltada. El mal estado de esa carretera nos explicaron que es debido a la gran cantidad de camiones cargados que pasan por ella.

Hubiera sido posible pasar la noche en Moa si lo hubiéramos querido o necesitado, pero no era nuestra intención quedarnos allí. En honor a la verdad, es muy exagerado todo lo que había leído sobre Moa, ya que me esperaba una ciudad muy contaminada y gris y, probablemente, si hubiésemos llegado sin ningún prejuicio apenas nos hubiéramos dado cuenta de que se trataba de una ciudad especial dentro de Cuba.

La carretera «complicada» es la que une Moa con Baracoa atravesando el espectacular Parque Nacional Alejandro de Humboldt. Por una parte, eso significa que vamos a tener unas vistas espectaculares durante gran parte del camino y es una oportunidad única para ver el parque sin tener que pagar por ello. Por otra parte, la complicación está en que hay grandes tramos de la carretera sin asfaltar. Con un coche alquilado hay que ir con mucho cuidado en ese tramo y haciendo el recorrido con el camión significa que vas a dar muchos saltos. Por ello, lo habitual es que los extranjeros hagan ese recorrido en jeep, unos 4×4 antiguos que hacen las veces de taxis colectivos.

En nuestro caso, en Moa los de los jeeps quisieron cobrarnos primero 10, luego 5 y finalmente 3 CUC para ir a Baracoa cuando el precio es de 50 CUP (2 CUC). Como íbamos sobrados de tiempo y sin ganas de que nos timen, decidimos que nos íbamos en el camión que saldría 2 horas más tarde (por dignidad viajera y tratar de evitar que se acostumbren a timar). Delante nuestra otro viajero extranjero pagó 5 CUC para «no esperar».

Llegando a Baracoa desde Moa

Pasamos el último tramo del viaje charlando con la gente del camión y admirando el espectacular paisaje. Conocimos algunas personas de Baracoa que nos invitaron a su casa, especialmente, tuvimos una gran conversación con una señora que volvía de estar en el hospital de Holguín (que había elegido para su tratamiento de cáncer en lugar del de Baracoa para así estar más cerca de su familia que vivía allí). A veces creo que viajar en camión es mil veces mejor que ir en máquina, donde los viajeros apenas charlan, y un millón de veces mejor que ir en Via Azul dónde solo hay extranjeros.

Ya en Baracoa, no nos podemos alojar en casa de Ober que es una especie de hostel al que nos había enviado Magnolia, por lo que terminamos en una casa vecina recomendada por Ober y al precio de la red de Magnolia. Esa tarde noche, simplemente salimos a cenar y nos acostamos pronto.