Los burros son bastante fotogénicos.
Los burros son bastante fotogénicos.

Es cierto. Una de las características que más sorprenden de Lamu es la presencia casi continua de burros por todas partes. La población local los usa como medio de transporte y como ayuda para la carga de mercancías. Supongo que así era en todos los pueblos de la zona hasta que llegaron los vehículos a motor, pero solo aquí ha continuado esta tradición hasta nuestros días (creo que más por atracción turística que por la realidad keniata).

Los burros son usados para realizar todas las tareas pesadas.
Los burros son usados para realizar todas las tareas pesadas.

En general, los animales estaban bien tratados, no vimos en ningún momento ningún tipo de maltrato, aunque eso no significa que no les carguen el lomo de piedras para transportarlas desde el puerto a una vivienda en construcción. También encontramos una especie de hospital de burros dónde la mayoría de los ‘pacientes’ estaban allí con sus crías.

La variedad de burro que hay por esta zona es un poco distinta a la que hay (o había) en España y se caracteriza por tener una especie de cruz grabada sobre su lomo (una línea recorre su columna vertebral y otra perpendicular une la base de sus patas delanteras).

2 Replies to “Lamu: La isla de los burros”

  1. Clara Ruiz says:

    Hola, me llamo Clara.
    No puedo evitar responder porque parece que hemos tenido una vivencia muy distinta en Lamu.
    Estuve el mes de Septiembre pasado y he presenciado maltrato de todas las maneras posibles hacia los burros.
    He presenciado cómo un hombre salía de su casa con un palo y apaleaba a su burro antes de cogerlo. He presenciado cómo se les pateaba a la mínima. Por todos lados te rodeaban burros y burritos moribundos y descuidados, y los que tenían dueño tenían esa actitud de total terror y sometimiento.
    Cuando los atan mientras no los usan les ponen una cuerda del cuello a un árbol o a la reja tan tirante que no tienen posibilidad de siquiera realizar un movimiento durante horas
    He vivido diez días sin juzgar por supuesto la otra cultura y desde el respeto pero he recorrido esa ciudad diariamente con dolor y tratando de no mirar y pasar rápido.
    Espero que lleguen pronto otros tiempos para esos burros.
    Un saludo

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    1. Ivan y Nuria says:

      Pues lamento escuchar lo que dices. Quizás las cosas han cambiado mucho y para mal desde que nosotros estuvimos en 2008. Son 15 años y una pandemia de por medio que puede que haya transformado la forma de convivencia entre los burros y los humanos en aquella isla :/ ¡Que triste!

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