Jueves 5/10 – La Salida
Encontramos un vuelo MAD-NYC a un precio razonable (418€ I/V con tasas) con Delta Airlines (lo encontramos con Terminal A, pero resultaba más barato comprandolo directamente en la web de la compañia). Compramos también un vuelo ALC-MAD (100€ I/V) de Iberia con Atrapalo. Nos dimos cuenta que no era la mejor opción. Primero, porque el vuelo de salida a NYC era muy pronto por la mañana y por eso tuvimos que comprar el vuelo para la tarde anterior y dormir en el aeropuerto. Y segundo, porque no es la opción más barata. La opción más barata hubiera sido ir en bus y la más cómoda sería alquilar un coche (y además más barata que ir en avión).
Salimos corriendo hacia el aeropuerto por una confusión con las horas. Ivan salió de trabajar algo antes y no pudo ni ducharse… Nos lleva una amiga al aeropuerto (Ester). El vuelo salió con 30 minutos de retraso, no nos importó, ya que nuestro destino era el aeropuerto. El vuelo tranquilo y sin incidentes. El vuelo llegó a la T4, recogemos las maletas y cenamos unos bocatas de tortilla que saben a gloria a las 12 de la noche.
Ya solo queda por encontrar un rincón en el aeropuerto. No es la primera vez que dormimos en un aeropuerto. La T4 es una mina. Todo es nuevo y muchas zonas todavía no tienen las típicas tiendas del aeropuerto montadas. Encontramos nuestro lecho en la planta de abajo (llegadas), justo detrás de correos. Allí hay varios quioscos montados que algún día albergarán tiendas o empresas de viajes, pero que ahora están vacios. Entre dos de estos, hay una zona con suelo de plástico dónde no nos molestó nadie durante toda la noche.
Viernes 6/10 – Llegada a NYC
Desayunamos y vamos a la T1. Mientras estamos haciendo cola para facturar, llega una chica de Delta y nos ofrece hacernos voluntarios para, en el caso de que no haya suficientes plazas para todos los viajeros (overbooking), quedarnos en tierra y viajar en el próximo vuelo (al día siguiente). La oferta era estupenda: te pagaban un hotel para esa noche con todas las comidas, si al día siguiente no había plazas en turista te ponían en bussines (además de asegurarte que tenias preferencia para volar) y además te daban o bien 600€ en metálico o bien 1000€ en cheques de viaje. Genial, nos hubiera salido el viaje gratis. No hubo suerte y no nos llamaron.
El vuelo fue cómodo, el servicio muy bueno, la comida normal (como en todos los aviones)… las peliculas fueron «The devil wears Prada», «The lake house» y Crosswords (las dos primeras todavía están en el cine en España). Salimos y llegamos a la hora exacta (13:00). Los controles en la llegada al JFK eran los normales. El tiempo era algo frio. El JFK es gigantesco, tiene 9 terminales y una especie de metro (Air Train) que los recorre gratuitamente.
Cuando estamos saliendo de la terminal, encontramos una pareja de Madrileños algo perdidos que se unen a nosotros para ir hasta Manhattan. El Air Train te deja en la parada del metro. No se paga hasta el final, cuando quieres ir hasta el metro (salir a la calle). Cuesta 5$, pero si compras un bono de 10$ te hacen un descuento y sólo te cuesta 4$. Compramos un bono 10$ para salir del Air Train y un bono de 7 días que nos serviría hasta la medianoche del día anterior al regreso (10$ + 24×2$ = 58$).
La parada del metro está al aire libre. Todos los trenes que vienen son buenos. No hay que dejar pasar ninguno (como hicimos nosotros por desconfiados). Esta línea de metro va desde el JFK hasta el norte del Bronx pasando por Brooklyn y Manhattan. Tenemos que hacer transbordo, es bastante pesado, porque las paradas de metro de NYC son usadas por mucha gente y además están llenas de escaleras (Ivan llevaba mochila, pero Nuria con una maleta sufrió bastante). Nuestros compañeros de viaje se quedaron en una parada anterior.
Llegamos facilmente al hostel Jazz On The City. Todo perfecto. Las recepcionistas hablan Español con lo cual todo es realmente sencillo. Además son muy simpáticas y nos ayudan en todo lo que pueden. La habitación está bién. Tiene 12 camas en 6 literas una frente a la otra. La habitación es grande, tiene buena ventilación, calefacción, baño en suite y sabanas incluidas. El baño es también grande, con bañera y secador.
Dejamos las cosas y salimos a ver la ciudad. Bajamos a Times Square y empezamos a caminar. Visitamos el Rockefeller Center y la toda la zona circundante. Las primeras impresiones de la ciudad son positivas. Puedes ir tranquilamente por la calle. Núria no quería que se hiciera de noche sin estar en una zona muy transitada (Times Square). Al pasar los días nos dimos cuenta que no pasa absolutamente nada (a no ser que te quedes en una zona realmente desierta).
Estamos hambrientos. Buscamos algo cerca y encontramos en Times Square el McDonnals más concurrido del mundo. Es una especie de discoteca, con un montón de proyectores y pantallas mostrando los videos del momento. Cenamos bien (12$). Estabamos cansados, así que cogimos un metro y regresamos al hostal, nos duchamos y nos acostamos.