A bordo de La Zaigua recorrieron Latinoamérica Andrea (México, 22 años) y David (España, 33 años) de julio de 2012 hasta febrero de este año. Casi tres años conviviendo en 8 metros cuadrados dónde dormían, comían y se movían cruzando las fronteras de países como Argentina, Bolivia, Perú o Ecuador. Tras adquirir su furgoneta Volkswagen Combi de segunda mano en México, se lanzaron a recorrer el continente de norte a sur.
Todo el proyecto está plasmado en su blog, el cual es altamente recomendable para quienes quieran recorrer el continente en cualquier tipo de vehículo o en transporte público. Aunque su gran viaje ya ha concluido, podéis seguir las próximas aventuras de esta pareja viajera en su Facebook. Os dejo un vídeo de la preparación de la Combi y vamos con la entrevista.
1. Decidisteis que una combi con casi 20 años de edad sería la mejor opción para recorrer Latinoamérica, ¿qué tal se portó? ¿acertasteis?
Adquirir una combi ha sido una de las mejores decisiones que hemos tomado. Cuando la compramos no estaba en condiciones óptimas para el viaje, así que la pusimos en manos de nuestro amigo y mecánico Iván Lomelí, quien se encargó de dejarla lista para ir y regresar de la Patagonia. La combi se portó muy bien, solo tuvimos que encargarnos de reponer piezas que se iban desgastando (como los rodamientos y filtros). Aprendimos que lo mejor era haber salido de México con piezas de repuesto ya que no en todos los países las encontrábamos –en especial para nuestro modelo de combi que ya viene refrigerada por agua-, o el precio era más alto. En general, nuestra combi con 22 años de antigüedad se portó mejor –mecánicamente-que vehículos mucho más modernos que vimos en la ruta.
2. Cuando os robaron algunas cosas del interior de la furgo empezasteis a mejorar la seguridad, ¿qué medidas recomendarías tomar a quienes decidan viajar en furgo por Sudamérica?
Lo más importante es utilizar el sentido común y la observación. Siempre que llegábamos a alguna ciudad o pueblo (especialmente si era grande) antes de dejar aparcada la Zaigua nos cerciorábamos de la zona reuniera ciertas garantías de seguridad y si había algo que no nos gustaba nos íbamos a buscar otro sitio.
Para dormir buscábamos preferentemente apoyarnos en las gasolineras o con las estaciones de policía, bomberos, protección civil, etc. Aunque esto dependía del país y lugar en el que estuviéramos ya que muchas veces hemos dormido en parques, playas, lagos, parkings de centros comerciales, etc.
Antes de ese incidente en Argentina ya nos habían tratado de robar pero por fortuna no lo habían conseguido. Después de ese robo lo que hicimos fue poner candados por dentro de la furgoneta, aunque fuera para hacérselo un poco más difícil.
3. En Acapulco la policía intentó quedarse con la Zaigua, ¿por qué? ¿os han dado muchos problemas «las autoridades»?
En México debemos hacer renovación de placas cada cierto tiempo, cuando emprendimos el viaje nos fuimos con las placas ya vencidas y ese fue un motivo que la policía de Guerrero aprovechó para intimidarnos pensando que ambos éramos extranjeros y no conocíamos la ley. Por suerte teníamos muy claro que ese caso únicamente concernía a la policía estatal (por ende nuestro caso no era de su jurisdicción). Al final terminaron por darse cuenta que de nosotros no obtendrían ni un peso, y por supuesto, no se llevarían la camioneta. Hemos tenido muy pocos incidentes con la policía, y por suerte han sido irrelevantes. Lo importante es llevar todo en orden: las licencias para conducir, los papeles del vehículo, permisos, y respetar la ley, eso basta para que no tengan motivos para molestarte.
4. Una de las características de vuestro viaje ha sido el estar cerca de la gente que vive en cada lugar, ¿qué es lo que más destacaríais de vuestra experiencia?
El viaje nos ha cambiado totalmente la forma de ver la vida, el destino nos ha juntado con muchísima gente con la que hemos compartido grandes momentos y hemos aprendido una gran cantidad de cosas, sin lugar a dudas hay un antes y después del viaje.
Para nosotros lo más importante es que hemos comprobado en primera persona como es en realidad Latinoamérica, y no tiene nada que ver con los estereotipos que suelen perpetuar los medios de comunicación a su antojo.
5. Convivir en tan pocos metros cuadrados no suele ser fácil, ¿algún truco para sobrellevarlo?
La verdad es que sea cual sea el truco que apliques, debes saber que va a ser una experiencia intensa y difícil, aunque también es una experiencia que te une a la otra persona de una forma difícil de lograr cuando se está en un espacio más amplio y con rutinas diferentes cada uno. Vivir en una combi mientras se viaja, es como tener una relación de pareja intensiva las 24 horas del día, 7 días de la semana. Creo que conocerse uno al otro es fundamental para poder sobrellevar los retos que trae el viaje, pero en nuestro caso, nos dimos cuenta de que no nos conocíamos tan bien como pensábamos hasta que estuvimos ahí. No existe la privacidad y la mayor parte del tiempo se pasa en pareja. Creo que lo mejor es tratar de enfocar todo con una actitud positiva y mucha tolerancia, y a la vez, tratar de hacer cada uno lo que le gusta.
Descubrí que eso de “la importancia de irse a la cama contentos” es un gran mito ya que hay ocasiones en las que las cosas simplemente no dan para ser habladas y asimiladas a la media noche, lo mejor es dormir, descansar y por la mañana tratar de solucionar el desacuerdo con un ánimo más fresco.
6. En vuestro blog tenéis los gastos detalladísimos de cada país y separado por partidas, pero me falta un dato ¿habéis calculado el gasto total durante el viaje (aunque sea aproximadamente)?
En nuestra web están los gastos, digamos imprescindibles, es decir gasolina, peajes, seguros, reparaciones mecánicas, etc. Lo único que no hemos llevado la cuenta es de lo que nos hemos gastado en alimentarnos, pero teniendo en cuenta todo, posiblemente nos habremos gastado aproximadamente $USD20,000 en 30 meses de viaje.
7. Respecto a las formas de financiaros, habéis trabajado en todo lo que salía, desde hostels hasta restaurantes, ¿qué ha sido lo más beneficioso? ¿alguna recomendación? ¿Y teníais algún ahorro inicialmente del que ir tirando?
Teníamos un ahorro que debía ser suficiente para 6 meses (el tiempo que creíamos duraría nuestra travesía), pero el dinero se acabó y nosotros seguíamos con ganas de estar en la ruta. Así que comenzamos a abrirnos camino y buscar oportunidades. Lo mejor de esto fue que aprendimos que somos capaces de hacer cualquier cosa que nos propongamos. Nuestra recomendación, es no tener miedo a probar hacer cosas nuevas, lo peor que puede pasar es que no lo hagas tan bien.
«El turismo corrompe la gran mayoría de los lugares turísticos. Los intereses económicos cambian a la gente y en vez de verte como una persona, te ven como una cartera con piernas»
8. El 24 de febrero pasado, finalizó la aventura, ¿tenéis ya en mente la siguiente? ¿qué estáis pensando?
Tenemos en mente dos viajes largos a medio plazo pero todavía no queremos desvelar nada porque será una sorpresa. Ahora a corto plazo nos vamos a centrar en ahorrar dinero para volver a salir a viajar y estamos sopesando diferentes opciones de trabajo (diferentes a las que hicimos durante el viaje) para poder trabajar de una manera más efectiva mientras viajamos, esta es la clave de todo viaje de gran duración.
9. Si alguno de los viajeros que nos está leyendo solo pudiera visitar un país de vuestra ruta, ¿cual le recomendaríais?
Esta pregunta sí que es imposible de responder… Cada país tiene algo que atrapa, todo depende qué es lo que quieras conocer. Todos y cada uno de los países en los que estuvimos tuvieron algo especial que ofrecer (incluso conflictos sociales, que están marcando la historia y pudimos presenciarlos).
10. En vuestra entrada «¿Viajando o turisteando?» decís que vosotros vais a «conocer a la gente del lugar y no solo el paisaje» y os mojáis bastante con el famoso y recurrente tema de viajeros frente a turistas, ¿todavía quedan lugares en Sudamérica libres de turistas o la industria turística ya lo ha colonizado todo?
Por lo que hemos podido comprobar, el turismo corrompe la gran mayoría de los lugares turísticos. Los intereses económicos cambian a la gente y en vez de verte como una persona que ha llegado para aprender de su cultura, simplemente te ven como una cartera con piernas que vienes a gastarte lo que sea necesario para disfrutar de esos 15 días de vacaciones o tomarte la foto perfecta para enseñarle a tus amistades.
En este sentido, nuestra forma de viajar nos ha abierto muchas puertas ya que no nos veían como los típicos turistas que llegaban a gastar y a gastar, sino como viajeros que llegaban a aprender.
En Latinoamérica hay grandes puntos turísticos, pero todavía hay muchos más lugares libres del turismo internacional (que es el que más daño hace) y llegar a ellos no es complicado, solo hay que ir preguntando a la gente local. De esta manera nosotros hemos podido llegar a lugares que no aparecen en ninguna guía de turismo y ojalá que siga así porque ahí radica su encanto. En este sentido Latinoamérica tiene mucho más que ofrecer que Europa.