Tras nuestra pequeña visita a la capital helena y una escala técnica en el aeropuerto de Sharjah, llegamos a Nairobi, inicio de nuestra aventura. Nada más llegar tomamos un taxi del aeropuerto a la estación de autobuses (y matatus) con la esperanza de llegar a tiempo para tomar alguno de los que parten cada día de Nairobi a Mombasa. No hubo suerte, solo salen por la mañana excepto un nocturno.