Hace no demasiadas semanas, un par de amigos se quejaban en Facebook de la comercialización del acceso a Machu Picchu. Se originó entonces un debate sobre si se debía o no cobrar por acceder a este lugar. A favor, el gran argumento era: «los peruanos también tienen derecho a recaudar y usted, señor turista, tiene mucho dinero«. Sigue leyendo Turismo solo para ricos
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10 curiosidades que se aprenden viajando
Cuando viajas o lees información sobre viajes descubres algunas costumbres que chocan frontalmente con lo que esperabas de un determinado lugar o con lo que estás acostumbrado en tu casa. Por eso hemos reunido aquí algunas de esas curiosidades viajeras más chocantes con las que nos hemos encontrado viajando. Sigue leyendo 10 curiosidades que se aprenden viajando
¿Cuánto cuesta visitar Islandia? El precio del viaje
No son pocas las veces que la gente se sorprende cuando le digo cuanto cuesta visitar Islandia… al menos a nuestra manera. Como en todos los viajes, el precio del viaje depende de qué esperes, de a qué estés dispuesto de a renunciar y de tus habilidades viajeras (negociación, búsqueda de información, etc).
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Una cueva, Thingvellir y el final del viaje por Islandia
Nuestro último día de viaje por tierras islandesas fue básicamente un trámite. Habíamos dormido en el parking de Raufarhólshellir, un túnel de lava en forma de cueva, muy poco conocido, pero que había leído en un blog francés que se podía visitar si cuentas con algún tipo de iluminación. Las espectaculares fotos nos trajeron hasta este lugar.
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El triángulo de oro (Islandia)
El denominado triángulo de oro de Islandia está formado por tres lugares muy característicos de Islandia:
- Geysir: El famoso geiser de Islandia que da nombre a todos los geisers del mundo. Por supuesto, no hace falta decir que es una visita absolutamente obligatoria.
- Gullfoss: Una de las cataratas más impresionantes de Islandia, pero no es ni la mayor ni la más bonita. Personalmente opino que si bien es una visita imprescindible, esta catarata tiene más marketing que otra cosa.
- Thingvellir (Þhingvellir): Es un parque nacional que tiene unas cuantas rutas senderistas y varios lugares históricos. Si te interesa la historia de Islandia puede ser un lugar imprescindible, pero creo que hay muchos lugares en Islandia con senderos más interesantes y sitios que además de la parte histórica aportan un valor añadido adicional.
De piscina termal a fuente termal
Si de algo puede presumir Islandia es de tener las mejores fuentes termales. Brotan de cualquier lugar de su territorio y los Islandeses las aprecian tanto que las conservan en un estado semi-salvaje. Si esas fuentes termales estuvieran en un país como España, seguro que serían todas privadas y hubieran construido urbanizaciones insostenibles a su alrededor. Allí no, allí respetan el agua caliente que brota del subsuelo y simplemente canalizan el agua para poder aprovecharla para bañarse (salvo honrosas excepciones como la Blue Lagoon o su equivalente en el lago Myvatn).
Vik
Sin temor a equivocarme, el día más raro de nuestro viaje a Islandia es el que tuvimos cuando visitamos Vik. Raro por el desarrollo de los acontecimientos, que parecieron ralentizarse tanto que incluso perdimos la oportunidad de visitar una de las mayores y más fotografiadas cataratas de Islandia: Skógafoss.
El día en el que nos subimos a los icebergs en Islandia
Un viaje de aventura es un viaje de aventura, aunque sea en una pequeña escala. Tras haber visto el atardecer en la espectacular laguna Jokulsarlon dormimos como niños hasta el punto que se nos pasó la hora y no pudimos disfrutar del amanecer. ¡Lástima! Pero así tenemos un motivo más para volver. Eso sí, aunque el sol ya había salido hacía rato, las vistas desde la autocaravana desayunando fueron impresionantes. Creo que es el mejor lugar en el que hemos desayunado junto a aquella vez en el tren lunático viendo cebras, ñus y jirafas en libertad.
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Cómo encontrar las cuevas de hielo en Islandia y cómo caminar sobre el glaciar
Si estás planificando un viaje a Islandia es bastante probable que te estés preguntando cómo encontrar las cuevas de hielo que nosotros visitamos. Es lo que nos ha pasado tras la publicación del último artículo sobre Islandia: que muchos nos habéis preguntado cómo encontrar las cuevas de hielo y por dónde se sube uno para caminar sobre el glaciar. Para empezar quiero dejar claras dos cosas: Sigue leyendo Cómo encontrar las cuevas de hielo en Islandia y cómo caminar sobre el glaciar
Buscando las cuevas de hielo de Islandia
El día anterior fue un día duro en el que avanzamos mucho más de lo previsto a costa de echar horas en la carretera. Como expliqué en la entrada anterior de esta serie, tratamos de dormir en el parking de las termas de Höfn pero no nos dejaron y como tampoco las habíamos visitado, decidimos regresar a disfrutarlas (estábamos a solo un kilómetro de allí, en un apartado de la carretera).
Los fiordos del este
Podríamos decir que la jornada del 24 de abril ganamos un día a cambio de saltarnos las excursiones hacía los fiordos del este. Recorrimos los fiordos del este, sí, pero no recorrimos ninguno. En cambio realizamos un trayecto de más de 400 km ese día y terminamos la jornada cerca de Höfn, en el sur de la isla. Pero vayamos por partes.
Camino de Hengifoss
Por la mañana temprano algunos miembros del grupo aprovecharon para darse un nuevo chapuzón en las excelentes instalaciones de Salardalur en las que habíamos pernoctado. Tras el desayuno, con más sueño que otra cosa, especialmente los que se fueron de fiesta la noche anterior, emprendimos el camino de regreso hacía la Ring Road. Pasamos cerca de una hora conduciendo por la 85 y la Ring Road hasta que llegamos a nuestra primera parada, la catarata Ytri-Rjúkandi, una cascada menor en la que aprovechamos para relajarnos un rato.
Al llegar a Fljótsdalshérad era momento de tomar decisiones. Este pequeño pueblo está en un punto estratégico para conocer la zona. Al nordoeste tiene la zona de la que venimos; al nordeste tiene la carretera 94 que termina en Borgarfjörður Eystri de dónde he leído muy buenas críticas; al este tiene Seydisfjordur, el fiordo de las cataratas, conocido por el gran número de estas que se pueden encontrar a su paso; al sur, atravesando algunos fiordos encantadores se encuentra el camino a los grandes glaciares; y al sudoeste está el lago Lagarfljot, las cascada Hengifoss y una de las principales entradas al centro de Islandia. De hecho, en la planificación original la idea era dormir cerca de aquí tras visitar los atractivos de la zona.
Finalmente, debido al cansancio acumulado del día anterior, decidimos dejar los fiordos de lado. Visitamos solo la catarata de Fardagafoss, al inicio de Seydisfjordur e inmediatamente dimos media vuelta para emprender el camino hacía Hengifoss, la tercera catarata más grande de Islandia y una de las imperdibles si te pilla cerca. Una curiosidad en Fadagafoss fue que debido a que hacía un buen día soleado, Nuria en vez de continuar con el resto del grupo hasta la catarata, se quedó en el camino tumbada al sol (con abrigo, eso sí, que una cosa es que saliera el sol y otra que hiciera calor). Cuando regresamos no la vimos y pensamos que habría regresado a la autocaravana, pero llegamos y no estaba. Me tocó subir de nuevo a buscarla. Resultó que se había dormido y no nos escuchó cuando pasamos por allí y además se había dormido muy bien camuflada entre dos rocas, con lo que me costó un rato y un susto encontrarla.
Hengifoss
Cuando llegamos a Hengifoss ya era la hora de comer, íbamos bastante retrasados a pesar de no haber recorrido ningún fiordo. El paisaje boscoso conforme vas llegando al lago Lagarfljot nos había cautivado y habíamos aminorado el ritmo. La bajada final, con el lago al fondo, algunos árboles grandes en la carretera (¡que gusto ver árboles!) y el día soleado me gustaron bastante. El puente sobre el lago es también bastante espectacular. En definitiva es un lugar al que vale la pena ir aunque suponga realizar un camino de ida y vuelta de unas decenas de kilómetros. Por cierto, que el entorno invita a pasar la noche allí, no lo dudéis si estáis planificando un viaje y no sabéis dónde quedaros.
Antes de realizar la excursión a Hengifoss, aparcamos la autocaravana en el parking de las cataratas, justo abajo de una empinada montaña, y comimos. Solo nos animamos a hacer la excursión Jorge y yo; el resto se quedó durmiendo en «casa». La subida inicial es bastante durilla por la inclinación y por la gran cantidad de barro que hay. El camino está muy bien marcado y es imposible perderse al menos hasta la primera catarata, Litlanesfoss, la más pequeña de las dos. Luego hay algún tramo un poco más complicado y peor marcado, pero al estar dentro de un cañón la intuición hace fácil orientarse. El entorno es espectacular. Aunque no sea la mayor de las cataratas de Islandia, se trata de una de las zonas más impresionantes en las que estuvimos y uno de los trekkings más técnicos y divertidos. En total estuvimos unas tres horas subiendo y bajando (el camino de ida es casi todo de subida y el de regreso es de bajada ya que hay que volver por el mismo sitio).
La larga marcha
Tras nuestra pequeña aventura en Hengifoss teníamos que decidir qué hacer, dónde ir a pernoctar. Habían diversas opciones, desde quedarnos por esta zona, hasta lanzarnos directamente al sur. Yo era partidario de un término medio, de quedarnos a medio camino entre esto y el sur, pero había algunos que ya querían cambiar de paisajes y les apetecía parar en más cataratas. Así que, a pesar del a hora que era, a pesar del parte meteorológico adverso, a pesar de los muchos kilómetros que faltaban y a pesar de lo cansados que estábamos, decidimos bajarnos al sur directamente.
Teníamos dos opciones para bajar al sur. La fácil y larga que era tomar las carretera 92 y 96 que van por los fiordos y enlazan con la 1 (que además es una ruta recomendada por sus paisajes) o la difícil y corta que era tomar la carretera 1 y atajar por la 939 (que tenía zonas de color blanco en el parte meteorológico). Adivináis cual elegimos, ¿verdad? Pues sí, el tramo por la 939 que era el que más respeto me daba estaba marcado en verde en el parte y me dio confianza, mientras que un tramo por Ring Road que está sin asfaltar era el único que durante una decena de kilómetros lo marcaban en blanco (nieve en la carretera). Así que tomamos otra loca decisión que nos salió bien y que dejó otro vídeo para la posteridad.
La carretera 1 es bastante complicada es ese tramo sin asfaltar que tiene. Recomiendo evitarla si ha nevado o el parte meteorológico es desfavorable para quienes nunca hayan conducido en condiciones extremas (se puede evitar rodeando los fiordos por la 92 y 96). La carretera 939 en verano y sin nieve tampoco es problemática como podéis ver en este vídeo (no es nuestro), pero puede ser difícil en pleno invierno.
Noche en la carretera
Finalmente, llegamos a nuestro destino pasadas las 10 de la noche. Habíamos encontrado una reseña en un blog de unas termas privadas cerca de Höfn, en la población de Hoffel. Un lugar poco conocido por los extranjeros y que había llegado a oídos de la autora del post gracias al boca a boca. Sin embargo, cuando llegamos, ilusionados con ducharnos y pasar un buen rato en el agua caliente, nos encontramos con que el dueño del lugar nos dijo que iba a cerrar ya y que no podíamos quedarnos a dormir en el parking de su negocio. Tratamos de negociarlo un poco, pero fue imposible. Acabamos de cenar allí, ya que habíamos empezado a cocinar y movimos la autocaravana 1000 metros hasta un lateral de la carretera bastante llano y dónde creímos que no molestaríamos a nadie. Nos dormimos, eso sí, decididos a regresar a la mañana siguiente.
La carretera 85 de Islandia
En el día que marca justo la mitad del viaje, emprendemos el trayecto por la carretera 85 que es la que recorre la bahía de Skjálfandi desde las cercanías de Husavik y se acerca al punto más al norte de Islandia tocando el círculo polar ártico (Hraunhafnartangi) para luego dirigirse hacía el sur hasta conectar con la Ring Road (carretera circular), (casi) siempre por la costa y con paisajes verdaderamente espectaculares. Sigue leyendo La carretera 85 de Islandia