Plaza del ayuntamiento de PoznanEl desayuno en el hostel By The Way no está mal, aunque no se acerca ni de lejos al del hostel en Gdansk. El único defecto de este hostel es que está en una vieja casa en un tercero sin ascensor. Ese defecto también es virtud ya que te permite ver cómo son las casas normales allí y hay buenas vistas de la calle.

En el hostel nos dieron un bocadillito a cada uno para almorzar que nos comimos con una Fanta (3’6 PLN) sentados en la plaza del ayuntamiento mientras esperábamos al carrillón que cada día a las 12 del mediodía ofrece el viejo ayuntamiento.

A las 12 todo el mundo preparado con sus cámaras en la plaza del RynekLuego fuimos a visitar el castillo más joven que hay en Europa, construido por los alemanes durante su ocupación, y el castillo antiguo con la mala suerte que en ambos estaban de obras. Aprovechamos que estábamos por la zona para comprar los billetes para ir a Wroclaw (80 PLN los dos). Aquí nos topamos con las costumbres laborales polacas: la inflexibilidad y la mala planificación. Resulta que estábamos haciendo cola para comprar los billetes durante más de 15 minutos y justo cuando nos iba a tocar a nosotros, una señora tras la ventanilla gritó algo y señalo una hoja de papel con unos horarios en el cristal, tras lo cual cerró la ventanilla y todo el mundo que estaba en la cola nos tuvimos que colocar de nuevo al final de otra de las colas. ¿Qué pasó? Pues al parecer a los trabajadores les dan dos descansos de 30 minutos en sus jornadas laborales y las cumplen escrupulosamente. De echo, esta señora cerró 2 minutos antes de la hora, calculando que con nosotros se iba a tirar más de esos 2 minutos. El problema no es el cumplimiento del horario estricto, el problema es la forma de organizar las colas que es caótica, ya que la gente que está 15 minutos esperando termina al final de una cola. En cualquier caso, la gente lo asumió con resignación a pesar de que a nosotros nos pareció intolerable.

Fachada de estilo alemanTras la experiencia, nos fuimos a visitar el más barato de todos los lugares en los que hemos comido en Polonia, nuestro «restaurante» BBB de Poznan (14 PLN). Luego nos subimos a hacer una siesta en el hostel. A eso de las 6 de la tarde salimos a hacer un paseo para ver lo que nos quedaba de Poznan, que básicamente era la catedral dónde nos encontramos una escena impresionante: una misa con decenas de curas vestido de blanco y monjas rezando en una abarrotada catedral. Nos miraron mal cuando entramos despreocupadamente en medio de la misa, por lo que tuvimos que salir y esperar a que terminaran para volver y grabar un vídeo.

Esta es la catedral de la que tuvimos que salir antes de que nos echaran un mal de ojo (¿o eso es de otra religión?)Tras el susto, anduvimos hacía el centro y cenamos en el mismo sitio del bocata del día anterior antes de acostarnos (20 PLN). Llevábamos una racha de 6 noches durmiendo solos en los dormitorios compartidos de los hostels que visitábamos, pero llegó el fin de semana para estropearlo 🙂

Gastos:
Fanta: 3’6 PLN
Comida: 14 PLN
Tren a Wroclaw: 80 PLN
Cena: 20 PLN

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