El parque de Hell’s Gate resulta interesante porque es uno de los pocos que hay en Kenia dónde se puede realizar el recorrido en bicicleta o a pie. Dicho esto es necesario avisar al viajero acerca de lo que significa: por una parte significa que no hay depredadores que pudieran atacar al visitante y por otra que hay pocos herbívoros. Es decir, que si visitas primero Masai Mara y luego vas a Hell’s Gate puedes salir bastante decepcionado (como nos pasó a nosotros).
A pesar de todo, recomiendo ir a Hell’s Gate, no solo por ese parque en sí, sino también por los campings cercanos y los lagos llenos de hipopótamos. Eso sí, mejor visitar este parque el primero de todos.
En el interior del parque se encuentra la garganta que le da nombre y que puede visitarse a pie sin demasiados problemas. Lo mejor que se puede hacer es llevarse la comida y hacer un picnic en esta zona que es de lo más bonito que hay en el parque (aunque tampoco es para echar cohetes).
La idea de alquilar una bicicleta yo la descartaría. Las bicicletas que alquilan en los campings son viejas y están muy mal cuidadas, por lo que considero que no compensa el esfuerzo que requieren comparado con la cómoda opción de ir en transporte público hasta la puerta del parque y luego recorrerlo andando. Yo en el camino de ida hacía Hell’s Gate pinché (debido principalmente a lo desgastados que estaban los neumáticos) y tuve que dejar la bici allí y hacer auto-stop para volver. ¡Un desastre!
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