Guillem y Alexandra son una pareja de Tarragona que se conocieron por casualidad en Estambul. Desde aquél momento no han parado de viajar y planificar lo que sería su viaje de vuelta al mundo. En 2010 decidieron dejarse de viajes cortos y empezar a planificar su sueño: dar la vuelta al mundo. El ensayo general fue un viaje de 4 meses a Canadá y EEUU en 2014 y el 13 de enero de 2015 empezaron el viaje de sus sueños: la vuelta al mundo.
Guillem y Alexandra escriben en el blog Nuestro Diario de Aventuras y son muy activos en Facebook. Vamos con la entrevista!
1. ¿Cual fue la mayor barrera que tuvisteis que superar a la hora de decidir salir de casa para cumplir este sueño?
En nuestro caso el principal obstáculo fue la cuestión económica. Cuando nos conocimos, a principios de 2010, los dos llevábamos tiempo acariciando la idea de hacer un gran viaje, pero no habíamos decidido ni el destino ni la duración. Supongo que inconscientemente estábamos esperando un empujoncito que nos pusiera en marcha y, encontrarnos fue la señal que necesitábamos para arrancar. Aunque somos de la misma ciudad, nos conocimos en el aeropuerto de Estambul ¡Creo que desde el principio estaba claro que nuestra historia estaría marcada por los viajes! El problema en ese primer momento era que no teníamos ahorros: Guillem acaba de regresar de su Erasmus con la cuenta vacía y a Alexandra recién se le había terminado el contrato.
De entrada, plantear un gran viaje parecía poco más que una inocente ilusión difícilmente realizable, pero eso no nos echó atrás. Al contrario, como estábamos empezando una relación el hecho de tener un proyecto conjunto de larga duración resultaba extremadamente emocionante. Una mañana cogimos un mapamundi, papel y lápiz y empezamos a enumerar todos los sitios que queríamos visitar o cosas que queríamos hacer antes de morir. Las ruinas de Machu Picchu, el glaciar del Perito Moreno, la Isla de Pascua y sus moáis, la fascinante Ayers Rock, la isla de Komodo, cabalgar por la estepa de Mongolia, pasear por la muralla China, explorar los templos de Angkor… Para cuando terminamos la lista era inmensa, pero ya teníamos claro lo que teníamos que hacer: dar la vuelta al mundo.
Empezamos entonces con los cálculos y las planificaciones ¿Cuánto dinero necesitaremos y cuánto tardaremos en conseguirlo? La respuesta, podría haber sido terriblemente descorazonadora y echado por tierra el castillo de naipes que nos habíamos construido, pero no. Hacía apenas un par de semanas que nos habíamos ido a vivir juntos y la idea de que pasaran unos años antes de tener el dinero no nos parecía un problema en absoluto, al contrario, nos daba tiempo de disfrutar de otra aventura que nos apetecía mucho.
2. Lleváis desde el 13 de enero viajando y en vuestro blog decís que no tenéis fecha concreta de regreso, ¿por qué?
Antes de la vuelta al mundo, los dos ya habíamos hecho viajes que nos habían tenido varios meses fuera de casa, así que por experiencia sabíamos que el camino, a veces, resulta agotador y que hay momentos en que la llamada del hogar es muy fuerte. Fue por esto que desde el principio decidimos que la aventura duraría tanto como nos apeteciera. No nos hemos impuesto ningún plazo, si durará más o menos dependerá exclusivamente de las ganas que tengamos ¡y del presupuesto, está claro! No viajamos con un gasto diario rígido, porque nos gusta dejarnos llevar por las apetencias del momento y lo mucho o poco que se pueda estirar el presupuesto será un factor decisivo.
Nos gusta pensar que el día que nos despertemos y pensemos que echamos demasiado de menos a los nuestros, sencillamente nos cargaremos la mochila a la espalda y tomaremos el avión que nos devuelta a casa.
3. Pasaron 4 años desde que decidisteis que queríais hacer un viaje alrededor del mundo hasta que ha arrancado, ¿por qué no pudo materializarse antes el viaje?
Como comentábamos antes, el principal obstáculo que tuvimos que afrontar era la cuestión económica. Nos tocó empezar de cero, pero tuvimos suerte con los trabajos y rápidamente nos pusimos a ahorrar. La verdad es que podríamos haber alcanzado la cifra marcada mucho antes, pero durante todo ese tiempo no renunciamos a viajar: juntos fuimos a Sicilia, Nueva York, Marruecos, Holanda, Bélgica, París, Londres, Hungría y luego, por su cuenta, Guillem se fue al Líbano y a Turquía. Quieras o no, esto se comió parte de los fondos destinados al gran viaje. ¡Pero tampoco íbamos a pasarnos estos años sin viajar!
Por otro lado, tampoco quisimos precipitar el fin de los contratos y solo soltamos amarras cuando estos se terminaron. Y entonces fue que llegó el momento de irnos a dar la vuelta, pero no lo hicimos. En vez de eso, nos fuimos con la Working Holiday Visa a Canadá. ¡Ya os digo que lo nuestro es improvisar y guiarnos por las apetencias del momento! Esto, y una boda de por medio, hizo que el plan se retrasara un año más de lo previsto.
4. ¿Con qué presupuesto habéis iniciado la aventura?
Algo más de 25.000 euros para los dos. Por una cuestión de seguridad, también contamos con un colchón para hacer más fácil la vuelta a casa. Sabemos que los gastos es uno de los temas que más preocupa a los viajeros, por eso en el blog vamos compartiendo los presupuestos de cada país que visitamos separados por ciudades. Así, si alguien se anima y decide montar su propia vuelta al mundo podrá tener unos precios orientativos. Igualmente un consejo: sumadle algo de margen a todas las previsiones que hagáis porque siempre surgen pequeños imprevistos que os descuadrarán.
5. En el blog habéis propuesto un par de formas de que vuestros lectores colaboren económicamente con el viaje, ¿están funcionando?
La verdad es que ni nos acordábamos de que habíamos planteado eso y no, no han funcionado nunca. Entramos en el mundo de los blogs de viajes un mes antes de empezar el viaje a Canadá y entre esa experiencia y la vuelta al mundo apenas hemos pasado 3 meses en casa. Tenemos que reconocer que hasta el momento no hemos podido dedicar mucho tiempo al blog y a hacer crecer la criatura y, por ahora, solo nos dedicamos a alimentarla a base de las crónicas y fotografías. Sacar un provecho económico de la aventura es un tema que ha quedado totalmente relegado porque exigiría una dedicación que ahora mismo no queremos concederle.
Nos gustaría hacer crecer este blog de viajes, pero por ahora estamos más concentrados en la parte de los viajes que en la del blog. ¡Ya nos sobrará tiempo en casa!
6. Aparte de estas formas de financiación, ¿estáis consiguiendo dinero extra durante el viaje?
No, contamos solo con nuestros ahorros. Nos han surgido algunas oportunidades de colaborar con algunas empresas y de conseguir algo de dinerillo, pero estamos tan entregados al viaje que también las hemos relegado hasta que regresemos. A parte de viajar nuestras únicas ocupaciones son escribir el blog y publicar algún que otro artículo en revistas digitales.
7. La curiosidad viajera de Guillem fue fomentada por los viajes de Bilbo Bolson que viajaba apenas con lo puesto. Habladnos de vuestra mochila, ¿qué llevan un par de viajeros que están dando la vuelta al mundo?
Igual que le pasó a Bilbo, dejamos en casa muchas cosas que antes de salir nos parecían imprescindibles y que al final descubrimos que no necesitábamos para nada. No hay duda que la experiencia es la mejor maestra para aprender a hacer mochilas. Una cosa está clara, el “me llevo esto por si acaso” solo sirve para cargar un montón de cacharros inútiles. Después del viaje por Canadá y los Estados Unidos aprendimos a viajar con lo necesario y el valor de ir ligero, ¡Cuando aprieta el sol o tocar hacer millas, un kilo de más o menos se nota mucho!
En un viaje largo como este hemos estado bajo cero, pero también a 40 grados. Esta variedad nos obliga a cargar más de lo que quisiéramos, pero hemos tenido suerte porque a lo largo del camino hemos parado en casas de amigos y familia y cada pocos meses hemos hecho una criba y hemos nominado los cacharros menos usados y las prendas que ya no necesitábamos.
Por una cuestión práctica, intentamos que la mochila grande no pese más de 10 kilos y la pequeña, con todo lo electrónico y de la que nunca nos separamos, pesa unos 2 kilos más. Hay que ser consciente de que todo lo que necesitamos se puede comprar sobre la marcha. ¿Para qué voy a cargar con un repelente de mosquitos si me lo puedo comprar cuando lo necesite? O ¿para qué llevar toda clase de ropa si puedo conseguirla en cualquier parte y, además, a mejor precio que en casa?
A modo de lista llevamos: 2 pantalones cortos y unos largos que al final hemos cortado, unas 5 camisetas de manga corta y alguna de larga, una sudadera, una chaqueta ligera para la lluvia, ropa interior, bañador, neceser, un botiquín muy básico, chancletas y bambas.
8. ¿Qué equipo fotográfico lleváis? ¿Os arrepentís de llevar algo o, al contrario, echáis en falta algo en vuestro equipo?
Nos acompaña una Sony Alfa 58 y dos objetivos, un Sony 3.5-5.5 de 18-55mm y un Tamron de 70-300mm. Antes de irnos se apuntó al equipo una GoPro 4 Silver que nos saca de más de un apuro cuando queremos ir ligeros y, sobretodo, los días de playa o cuando hemos ido de buceo o a hacer snorkel. También hay que reconocer que el “sentimiento aventurero de la GoPro” que genera la dichosa camarita casi consiguió que Guillem se despeñara por un barranco en Punta Loma, Argentina. Una advertencia a todos los aventureros: los “momento GoPro” pueden crear una falsa seguridad que potencialmente terminará con un clamoroso “fail”, arañazos y moratones.
Lo que no llevamos y algún día nos hemos planteado comprar es un trípode, pero al final eso de tener que cargarlo siempre nos echa para atrás.
9. Habéis estado en EEUU, Perú, Nueva Zelanda, Australia, Indonesia, Malasia, Singapur, China, Mongolia y ahora en Vietnam ¿volveríais a algún lugar? ¿habría alguno al que ni en sueños querríais regresar?
¡Volveríamos a todos! El planteamiento fundamental de la vuelta al mundo es visitar los lugares que consideramos imprescindibles y que no estamos dispuestos a quedarnos sin ver, al menos, una vez en la vida. Esto significa que apenas estamos “sobrevolando” el mapa, recopilando impresiones y experiencias para asegurarnos que en el futuro no nos arrepintamos de no haber visto esto o lo otro. De alguna manera, concebimos esta experiencia como un primer contacto que nos servirá para elegir aquellos destinos que queremos repetir con más calma (¡o con más presupuesto!) en el futuro.
En todas partes han quedado lugares que querríamos visitar: el trekking de la W en Torres del Paine, la isla de Borneo y los orangutanes, Filipinas que al final se cayó de la ruta… También ha habido lugares que en su momento nos agotaron bastante y de los que, con la cabeza caliente, dijimos que no volveríamos a pisar. Esto es lo que nos pasó con Bolivia o con China, pero a la que uno descansa, carga batería y coge un poco de perspectiva se descubre pensando “Me hubiera quedado allí unos días más”.
10. Para terminar, lo más importante, ¿recomendaríais a quien sueña con viajar que siguiera vuestros pasos?
Si alguna vez habéis soñado con hacer un gran viaje o si tenéis en vuestro interior ese deseo germinando, solo os diremos una cosa ¡No perdáis el tiempo! ¡Dejad de lado las dudas y los miedos y lanzaros de una vez! El camino da mucho más miedo cuando se contempla desde el sofá de casa que cuando se recorre. Lo más difícil es decidirse, pero una vez deis los primeros pasos el resto os llegará con una naturalidad y una facilidad que os sorprenderá. Vayáis donde vayáis, sea solos o acompañados, para un mes o para un año, viajar os enriquecerá y os permitirá crecer. Os llevará al límite y os permitirá conocer cosas de vosotros mismos que desconocíais, puede que no os guste todo lo que encontréis, pero en vuestras manos está saber encajar las lecciones. El camino es como un maestro que te señala la dirección en la que puedes avanzar, pero que nunca va a recitarte la lección para que la aprendas. Ese será vuestro trabajo.
Pero pase lo que pase, lo que está claro es que nunca os arrepentiréis. De todas formas os aconsejaremos que no os dejéis llevar por la emoción irreflexiva y recordad que viajar es agotador y que no todo es tan bonito como parece en las fotos. No os decimos esto para desanimaros, sino todo lo contrario, os lo recordamos para que seáis conscientes de lo que encontraréis y para que cuando lleguen los momentos difíciles, que seguro que no faltarán, no desfallezcáis. El camino es exigente, pero siempre os recompensará en consecuencia. ¡Buenos viajes a todos!