Lo mejor de viajar por libre es la libertad de movimientos. Nuestra ruta originalmente tenía previsto que en un par de días cruzáramos a Laos y más tarde nos moviéramos hasta Camboya. Sin embargo, hoy hemos decidido en firme, tras consultar con la almohada y sospesar diferentes fuentes de información que vamos a quedarnos en Tailandia los 30 y pico días que nos quedan de viaje. Tendremos que hacer un visa-run para conseguir una extensión del visado de visitante de 30 días que tenemos, pero no creemos que eso vaya a ser un problema.
El motivo principal que ha desencadenado el cambio de planes han sido las alertas de malaria en Laos y Camboya. Nosotros no habíamos previsto tomar ningún medicamento para prevenir la malaria ya que pensábamos que no era tan necesario dado las zonas por las que nos moveríamos siempre y cuando tuviéramos precaución (evitar las picaduras), pero consultando algunas fuentes de información, parece que la amenaza sí es bastante grave y la prudencia recomienda no viajar sin tomar Malarone o, al menos, tener una dosis preparada por si había una emergencia.
Además, está el problema del visado de Camboya. Según parece, la frontera por la que queríamos entrar es bastante precaria y no emite siempre la famosa VISA-on-arrival, por lo que podríamos encontrarnos a las puertas de Camboya sin posibilidad de entrar.
Por otra parte, Tailandia nos está enamorando, cada día más, y ya estábamos hablando de volver para «hacerlo en exclusiva», así que, ¿porque no quedarnos en Tailandia todo el tiempo? El primer asunto a resolver es el tema de la visa (nuestro visado es de 30 días), pero seguro que encontraremos una frontera cercana dónde salir y volver a entrar. El otro problema es el de la ruta a recorrer ahora que tenemos más tiempo. El primer destino de la nueva ruta lo tenemos bastante claro: Pai. Hasta ayer no habíamos oído hablar nada de este sitio, pero en un par de días lo hemos oído nombrar varias veces y muy bien como un «pueblo con ambiente hippie y mochilero».
Después de devolver la moto y con la idea clara de ir a Pai después de comer, vamos de visita a la cárcel de Chiang Mai para que a Ivan le den un masaje. Rápidamente vamos a la estación de autobuses (Arcade bus station) y pillamos una furgoneta por los pelos. Las vistas son preciosas, pero la carretera está llena de curvas. Ivan terminó mareándose. La wikitravel ya dice que mejor tomar un autobús, que son más lentos, pero no marean tanto.
En la furgoneta nos encontramos con un cocinero vasco que lleva ya 40 días viajando por Tailandia y es su segunda vez. Charlamos acerca de varios temas y terminamos alojados en el mismo hotel y saliendo a cenar juntos.
En Pai llueve, lleva lloviendo 4 días seguidos según nos cuentan. Eso hace que la temperatura sea agradable, aunque es incómodo. Nos acostamos escuchando la lluvia caer en nuestro bungalow en un jardín tropical.
Gastos
Desayuno: 28 B
Coco: 20 B
Masaje: 180 B
Comida: 130 B
Bus a Pai: 2×150 B
Hotel Pai: 200 B
Cena: 135 B (3 personas)