Nos despertamos bastante tarde en Krabi. Tampoco es que hayamos madrugado muchos días, pero ese día no se porqué se nos pegaron bastante las sábanas. Salimos a la calle casi a mediodía y el calor era realmente insoportable. Buscábamos la sombra para poder refugiarnos un poco de las altas temperaturas e incluso tuvimos que acercarnos a un 7-eleven a comprar una botella de agua fría para refrescarnos.
Krabi no tiene mucho que ver y además es una ciudad pequeña que seguro que resulta muy agradable de pasear cuando las temperaturas lo permiten. De echo, la noche anterior, paseamos junto a la ría bastante a gusto. Básicamente en Krabi hay que visitar el puerto y un templo que se encuentra en el interior del pueblo con excelentes vistas. Cuando te acercas al puerto hay algunos propietarios de long-tails que te ofrecen algunas excursiones. A nosotros nos parecieron poco interesantes para el precio que pedían y amablemente las rechazamos. Tampoco nos apetecía negociar bajo ese sol de justicia.
No había nada más que nos llamara la atención en Krabi, así que salimos rápidamente hacía nuestro destino verdadero: Ao Nang. Lo que habíamos leído de Ao Nang es que era un pueblo pesquero venido a más gracias al turismo y, sobretodo, lo que más nos interesaba es que era una excelente centro de operaciones para visitar los alrededores.
Así que pillamos un Songteow que tras unas cuantas paradas para coger y dejar gente nos llevó hasta el mismo centro de Ao Nang. Mientras cruzábamos el pueblo íbamos viendo las impresionantes playas que han hecho famoso este enclave. En Ao Nang el calor disminuyó bastante respecto a Krabi, ayudado también por una suave lluvia que cayó.
Lo primero era encontrar un lugar barato dónde dormir. Nos habían alertado acerca de los altos precios del sur y por eso nos lo tomamos con bastante calma. Preguntamos en casi una decena de sitios hasta que dimos con una guest-house en la que podíamos dormir por 200 B y además tenía agua caliente y baño en la propia habitación. Por cierto, el precio “oficial” escrito en un letrero era de 250 B, pero la simpatiquísima chica que lleva esta guest-house nos lo rebajó a 200 B rápidamente.
Comimos bastante tarde y salimos a pasear por la playa. Desde la misma playa, vimos el mejor atardecer de este viaje mientras comíamos algo antes de cenar y acostarnos (la foto del atardecer la dejo para el próximo artículo).
Gastos
Desayuno: 33 B
Botella de Agua: 15 B
Bus a Ao Nang: 2×50 B
Hotel: 200 B
Comida: 190 B
Merienda: 38 B
Cena: 155 B
Agua: 15 B