Claudia Rodriguez (Cordoba), un día dijo «basta» y lo dejó todo para iniciar un viaje de Solo Ida. Ese es el nombre de su blog y ese es el plan que ideó. Como yonki de los viajes que es, se cansó de esperar a las siguientes vacaciones y, en el verano de 2014 tomó un vuelo de solo ida a Bangkok y allí empezó su aventura sin rumbo fijo ni fecha de retorno. Viaja sola, como otras chicas que hemos entrevistado por aquí y ha accedido a concedernos esta entrevista a 10 mil kilómetro de distancia. Podéis seguirla en su blog y en su página de Facebook o Twitter.
1. ¿Cuanto te picó el bicho y te convirtió en una «yonki de los viajes»? ¿Cómo fue?
¡Buf! Ni lo sé. Siempre culpo a mis padres (en plan broma) porque ellos nos llevaron tanto a mi hermana como a mí de viaje desde bien pequeñas. Una beca Erasmus en Budapest y, sobre todo, otra en Manila creo que fueron los grandes culpables de esta vida de viaje que llevo ahora y que me tiene ahora dulcemente enganchada.
2. El tuyo, ¿es un viaje de solo ida o una huida?
Esa misma pregunta me la he hecho miles de veces yo misma. El viaje de ida era algo que estaba ahí siempre hibernando en mi cabeza y varios detonantes externos me hicieron huir hacia delante cumpliendo mi sueño. La verdad es que creo que si no hubiese sido porque no era feliz con mis condiciones personales y laborales de ese momento, hubiese iniciado este viaje en algún que otro momento pero bastante más tarde. Digamos que fue una mezcla.
3. Dejaste un trabajo fijo en España para emprender tu sueño y explicas que fue duro el «autoconvencerse de que una no está loca», ¿podrías explicarlo? ¿fueron muchas las presiones? ¿más bien internas o externas?
Yo pienso que la gran mayoría estamos criados en este momento de una manera: nos educamos, cubrimos nuestras necesidades más y menos básicas, nos autoconvencemos de que tenemos que establecernos, comprarnos una casa, un coche, salir los fines de semana e irnos de vacaciones cuando toca. Para mí fue muy duro cambiar esa forma de pensar, fue una batalla contra una Claudia que era bastante bipolar, es decir, estaba muy formada para seguir con una carrera profesional concreta pero a la vez me di cuenta de que no era esto lo que realmente me hacía feliz. Mis aspiraciones eran menos sencillas de lo me había hecho yo misma creer durante años.
Las presiones no fueron otras que las mías propias. Eso, unido a que en España se estila poco lo de largarse por un «período sabático», me hacían pensar que estaba loca. Sin embargo, tuve la suerte de conocer a mucha gente en Madrid (y a través de blogs) que me hicieron autoafirmarme en que esto no era una locura tan grande.
4. ¿Y fue una buena decisión hacerlo?
Muy buena. No solo por las primeros momentos en los que recibí un cariño y una comprensión de mi familia, amigos y compañeros que no esperaba ni de lejos; sino porque ahora veo que soy una persona bastante diferente y más conforme con esa que siempre estaba en mi cabeza. Puedo decir que soy feliz y estoy en paz conmigo misma.
5. Tienes varios artículos sobre los gastos en cada destino, pero ¿has calculado cuanto dinero llevas gastado en total desde que saliste de casa? ¿Qué haces para financiar tu viaje?
Más o menos durante los 8 primeros meses de viaje apuntaba al dedillo todo lo que gastaba no solo para mí misma sino para demostrar al mundo que uno no tiene que ser rico para hacer una cosa similar. Ahora, que paso temporadas largas en algunos lugares, he dejado de hacerlo de forma tan estricta.
Aún así, puedo decir que he gastado viajando una media de 500€ al mes (más vuelos: aproximadamente 1.000€). Cuando salí de casa lo hice con un buen colchón de ahorros y no veía muchas posibilidades de ganar dinero en ruta; sin embargo, ahora me planteo un viaje mucho más largo. Además de seguir viajando lo más económicamente posible, he tenido la gran suerte de comenzar a trabajar de freenlance para algunas webs de viajes, hacer algunos trabajos de community manager y conseguir algunos descuentos en hoteles y actividades. Los números no son despampanantes pero estoy muy contenta de la evolución y cómo he crecido durante estos 18 meses.
6. Con unos gastos tan contenidos, ¿te das algún lujo? ¿cual es el mayor que te has dado?
Mi gran lujo tiene 5 letras: BUCEO. Es mi droga junto al viaje y no puedo dejar de hacerlo. En una inmersión se me va el presupuesto diario pero si hay que quitar dinero de otra partida de gasto, es en ver bajo del mar.
Algunos de mis grandes lujos han sido en Komodo (Indonesia), Maldivas o Indonesia.
7. En el artículo «Esos nómadas del camino» tocas un tema que me apasiona, el del nomadismo moderno y creo que das en el clavo definiendo la pulsión que lleva a algunas personas a vivir viajando, ¿puede un nómada llegar a ser feliz sin movimiento?
Sin duda una pregunta interesante. Creo que algunos tenemos el gen nómada muy arraigado pero que en algunos momentos se nos desactiva ligeramente y nos apetece tener una pequeña base (aunque sea una misma habitación de hotel) durante un periodo de tiempo más largo de lo habitual que cuando se está en movimiento. En cualquier caso, creo que el nómada tiene la necesidad de sentir cambio, la adrenalina de que pasen cosas diferentes a tu alrededor y, aunque esté sin movimiento, siempre tenderá a buscar algo que le haga sentir que no está parado.
8. Cuando iniciaste el viaje llevabas un montón de cosas en la mochila, ¿siguen las mismas o has quitado o añadido algunas?
Tengo que actualizar ese artículo porque mi mochila actual no tiene nada que ver a la que ahí aparece. Cuando volví a España en Navidad decidí hacer una mochila que también me permitiese viajar a países menos cálidos y añadí algunos artículos de ropa de invierno (saco de dormir ligero, abrigo de plumas ligero…) y quité prendas de verano. Es un poco más pesada y voluminosa pero me abre más posibilidades. Además, el crecimiento del trabajo online me creó la necesidad de dejar la tablet y coger el ordenador portátil.
9. Iniciaste el blog junto al viaje, ¿cual fue el motivo inicial de crear un blog? ¿Sigue siendo así o ha evolucionado?
Estar de viaje siempre me ha inspirado para escribir, así, cuando viví en Filipinas durante un año tenía un pequeño blog porque simplemente me apetecía contar mis experiencias para que la leyesen mi familia y amigos. Viviendo en Madrid me nutría de la inspiración de otros bloggers y cuando empecé a idear este viaje solamente quería contarlo para que otros viesen que es posible y que lo viviesen conmigo.
Soy una persona que escribe por impulsos, así que la primera entrada del blog no nació hasta la misma madrugada de antes de coger el avión. Ahora me pasa muchas veces lo mismo. Suelo escribir posts muy emocionales (y algunos otros muy prácticos) y escribo básicamente cuando me apetece y lo que me apetece, lo que pasa es que ahora soy consciente de que hay gente detrás leyéndome y que soy capaz de removerles un poquito la cabeza y el corazón, así que eso me da mucha más energía para hacerlo.
Hay gente que me pregunta justo antes de salir a viajar durante un tiempo largo si gano dinero con mi blog y que si ellos deberían hacerlo. En mi opinión, crear un blog con el único objetivo de monetizarlo es un error. Escribir sin pasión, sin que te guste, sin que te apetezca no merece la pena cuando estás llevando una vida tan intensa como la que se tiene estando de viaje. Es una pérdida de un tiempo muy valioso. Si el dinero viene después y le quieres poner ganas, bienvenido, pero que lo primero que sea la pasión.
10. Al otro lado, leyéndote puede estar la Claudia de hace 5 o 10 años atrás, ¿que te dirías? ¿qué consejos te darías si pudieras volver 10 años atrás?
Suena muy peliculero pero le diría que siga más a su corazón y menos a lo que el rebaño dice. Creo que apostar por los sueños o ideales que uno tiene en la cabeza siempre termina saliendo bien y ojalá me hubiera dado cuenta de ello antes. Siendo práctica, me gustaría haberme formado más en temas digitales y haber estudiado algo más de idiomas pero para eso siempre hay tiempo, ¿no?
¡Muchas gracias por contar conmigo para la entrevista!
¡Nos vemos por el mundo!
Claudia
Sin duda!
Un abrazo!