TravelZungu – Entrevista viajera

Todos los que hayáis visitado los países del este de África (Kenia, Uganda, etc) habréis reconocido el sufijo «Zungu» que acompaña al nombre del blog del viajero al que entrevistamos esta semana. Para aquellos que no lo sepan, Mzungu es como los habitantes de esa zona del planeta llaman a los extranjeros blancos.

Jose Antonio Ruiz Díez (Las Palmas, España), autor del blog TravelZungu, ha visitado casi todos los países del mundo y ha vivido en 11 países diferentes. Ahora está a punto de salir hacía la República Democrática del Congo dónde creó una escuela al margen de instituciones gubernamentales y ONGs. Podéis poneros en contacto con Jose Antonio en Facebook o Twitter, además de su blog, por supuesto.

1. Tienes un curriculum viajero envidiable, viajero desde los 16 años y 180 países visitados, pero ¿por qué empezaste a viajar? ¿qué te enganchó?

Bueno, empecé algo antes y he visitado algunos más pero por ahí van los tiros, efectivamente. A los 16 me fui de España y no volví hasta hace poco pero ya había viajado. Al margen de viajes ajenos al puro placer de explorar, los comienzos siempre tuvieron su origen en la curiosidad. Sólo el hecho de ver otros lugares, cómo hablaban allí, qué comían, cómo eran sus casas o paisajes, qué veían o hacían en su día a día me fascinaba. También los lugares remotos, de los que poco se hablaba… me emocionaba la idea de ir cuanto antes, de descubrir lo desconocido. Eso es lo que me enganchó y me sigue enganchando a día de hoy. Yo soy de los que, cuando voy en un barco, me pregunto qué hay exactamente debajo de mí, en la profundidad. ¿Arena? ¿Cuevas? ¿Ballenas? ¿¿Sirenas?? ¿¿¿Un McDonald’s???

2. Has tenido la oportunidad de viajar antes de los 20, a los 20, a los 30, y ahora a los 40… ¿qué edad es la mejor para viajar? ¿por qué?

Hablando en términos generales, todas. Sin excepción. Son diferentes pero igual de apasionantes. Antes de los 20 disfrutas la gran novedad de descubrir lo diferente. A los 20, buscas la manera de hacer viajes como sea y aprendes mucho sobre cómo viajar. Empiezan los viajes suculentos. A los 30, disfrutas de mayor alcance por disponer de más recursos y éste hecho da lugar a viajes más elaborados y/o lejanos. A los 40, aprovechas una experiencia notable y recursos consolidados para alcanzar cualquier rincón y experiencia en base a lo ya vivido. Sabes perfectamente qué quieres y qué no. Como decía, hablo en términos generales. No tiene porqué ser mi caso ¡ni el de todos los viajeros!

3. Además de viajar, has tenido la oportunidad de vivir en muchos países como Malasia, la República Democrática del Congo, etc. ¿cual es la mayor diferencia entre viajar y vivir en un país?

Vivir te ayuda de verdad a conocer sus gentes y costumbres. Yo he llamado hogar a la mayoría de los países en los que he vivido (que ya son 11). Jamás a un país que sólo he visitado, aunque haya ido 30 veces. El día a día es muy diferente al de un viaje y las sensaciones son totalmente distintas. Vivir en un país es una carrera de fondo, viajar a él un sprint. Por otro lado, en cuanto a lugares que se visitan normalmente en un destino, en algunas ocasiones, visitas más cuando viajas que cuando vives. A mí me ha pasado. Contar con tiempo hace que te relajes y hasta que te dejes algún lugar importante por visitar porque: «ya iré cuando…» o «si hay mucho tiempo por delante…» ¡Y he tenido que volver!

4. Hablemos de la pasta, ¿cómo financias tus viajes y tus experiencias?

Si el dinero no te llueve del cielo tienes que generarlo, ¿no? pues así. Fruto del trabajo. Ahorros y establecimiento de prioridades. También llega un punto, con el tiempo, en el que puedes hacer lo mismo con menos. Por otro lado, no debemos olvidar que viajar es el único gasto que te hace más rico así que… bien gastado está.

5. ¿Cual es el presupuesto que sueles manejar en tus viajes?

No tengo uno definido. Varía tanto como el dólar de Zimbabue. Los destinos, la duración, lo que me propongo hacer y el plan en el que vaya lo van a definir. Si se puede hacer, se hace. Si no se puede, se ajusta y se hace. Si después del ajuste no se puede, se hace en otro momento. Si no se puede en otro momento… mmm… se hace igual. Determinación.

6. Viajes como el del polo sur, Tuvalu, Papua etc no son precisamente económicos, ¿son destinos para cualquier mochilero?

La verdad es que no. Para que te digo que sí. Aunque hay una gran diferencia presupuestaria entre destinos no económicos, cualquier persona que se lo proponga, llegará antes o después a donde quiera si realmente lo desea. Ahora, no va a llegar alguien despampanante a llamar a tu puerta con los billetes de avión, el itinerario y una botella de champán en la mano para celebrarlo. Requiere esfuerzo. Los límites nos los ponemos nosotros y, a veces, por los motivos equivocados.

7. Comentas que en tu viaje al polo sur, tuviste un momento que cambió tu vida, ¿en qué sentido? ¿qué pasó?

Realmente no ocurrió nada específico que lo provocase. Sencillamente, un buen día me puse a caminar y tras un largo rato me senté. Sólo, en el hielo. Me puse a reflexionar y vi muy claro que no iba a esperar a tener 80 años para hacer de mi vida aquello que yo quisiera. Que porqué no iba a empezar ya… Y así fue. Cambié las prioridades, los objetivos y, en definitiva, mi futuro.

8. Dentro de pocos días vuelves a la RDC, dónde construiste una escuela sin contar con ninguna ONG ni otros recursos, ¿por qué?

¿Y porqué no? demasiada gente se empeña en tener un coche más rápido y una casa más grande. Me parece mucho más lógico ayudar al futuro de muchos niños sin posibilidades así que yo me empeño en eso. Aparte, más que un coche, ¡lo que yo querría es un avión! y… pues… por mucho que me empeñe ni que empeñe… 🙂

9. Dices en una entrevista que a los 5 años fuera se pierde el arraigo, ¿es importante mantener las raíces?

Es importante saber de dónde vienes y, sobre todo, compartir con tu familia allá donde esté. Sólo tenemos una vida y hay que hacer de ella lo que queramos. A mi modo de ver las cosas, mantener las raíces no debería suponer un freno y, si se hacen bien las cosas, todo es compatible (aunque también implique sacrificios).

10. ¿Qué le recomendarías a un joven de 20 años que quiere llegar a los 40 habiendo visitado tantos países como tú?

Si el joven viajero es el heredero de una importante fortuna familiar de Luxemburgo pues sólo tiene que sacar visados y coger aviones. Si no es el caso, en mi humilde opinión, le recomendaría lo siguiente:

En primer lugar, que establezca bien sus prioridades. Hoy en día, cuesta lo mismo tomarse dos o tres copas que un día de alojamiento y comida en un país barato. Que haga las matemáticas. En segundo lugar, que sea determinado. Todo es posible. En tercer lugar, que planifique cómo lo quiere hacer. Hay viajeros que trabajan mucho, ahorran, lo dejan todo y viajan para después repetir el ciclo (o todo en un sólo ciclo, depende). Otros viajeros trabajan mientras viajan, ya sea online o físicamente en los lugares que visitan o en los que se asientan temporalmente. Ninguna fórmula es mejor que otra. Lo importante es que sea la que se adapte mejor a la personalidad y aptitudes de cada uno. Lo que sí es difícil es tratar de viajar tanto si se pretende trabajar de 9:00 a 17:00 toda la vida porque, por mucho que se gane, el tiempo va a ser un problema (a menos que sólo se quiera pisar los aeropuertos). Otra opción podría ser dedicarse al turismo y aprovechar la profesión.

Muchas gracias por tu entrevista, Iván. Siempre es un placer hablar de viajes y compartir con otros viajeros. Todos podemos aprender de todos y mis puertas quedan abiertas a ti y tus lectores. Un abrazo.