Esteban Mazzoncini (Buenos Aires, 1970) lleva desde 1993 recorriendo y fotografiando el mundo. En su blog Un Viajero Curioso, publica sus fotos y relatos de sus viajes, sirviendo de inspiración para miles de viajeros que pueden ver «otro mundo» distinto al que se muestra en los folletos de las agencias de viajes. Ahora acaba de regresar de un viaje de 25.000 km en auto-stop desde Singapur hasta Serbia y está escribiendo un libro con su experiencia. Podéis contactar con Esteban a través de Facebook o Twitter.
1. Llevas 20 años de viaje por el mundo, ¿cómo ha evolucionado tu forma de viajar?
Desde que tenía 10 años manifestaba los deseos de salir a recorrer el mundo. Quería viajar no solo para conocer lugares sino para vivenciar como son las tradiciones y las culturas de destinos tan diferentes a los míos. Siempre digo que un viaje es el contacto con la gente más que nada. Por tal razón sentí especial atracción por ir a Afganistán, Uganda, Tíbet o Uzbekistán. Viajar es sinónimo de aprendizaje y de una metamorfosis interior permanente. Al principio viajaba en bus, tren y medios de transporte convencionales, después empecé a viajar a dedo y las vivencias fueron completamente distintas. La evolución más grande fue en llevar una mochila con poco peso y tener más conversaciones con la gente. Es con ellos con quien uno puede aprender sobre un lugar.
2. Antes de este último viaje de Indonesia a los Balcanes, hubo otros, ¿cuál es el motivo de regresar? ¿por qué no viajar de manera indefinida?
Partir de viaje es tan emocionante como volver. La partida es sinónimo de incertidumbre, expectativa, adrenalina. El regreso es sinónimo de reencuentro, de evaluación, de tener tiempo para procesar todo lo vivido. Al menos me pasa a mí que puedo realmente tomar conciencia de lo que es viajar a dedo solo por el desierto de Mongolia o Uzbekistán por ejemplo, cuando estoy en mi casa. Estando de viaje esas situaciones se naturalizan pero cobran verdadera dimensión al estar en un lugar conocido como lo es nuestra casa.
3. Ahora acabas de publicar el libro de Un Viajero Curioso, ¿qué tal es la experiencia? ¿cómo van las ventas?
Decidí editar el libro en forma independiente por la sencilla razón de tener el control de todas las etapas. De la escritura, de la selección de fotos en su interior, de la impresión, publicidad y distribución. Por su puesto que el trabajo es mucho más arduo pero también es más reconfortable y por ende más redituable. Como todo mercado, hay competencia pero lo más importante es saber diferenciarse de los libros ya escritos. Encontrar un estilo propio por el cual el lector se sienta atraído. La mayoría de los interesados llegan a través del blog www.unviajerocurioso.com o de la Fan Page de Facebook. La primera edición fue de 1.000 ejemplares y se agotó en un par de meses. Ahora vamos por la 2º edición. En resumen las ventas van bien.
4. Hablando de economía, ¿cuál es la manera en la que financias tus viajes? ¿Cuáles son tus principales fuentes de financiación?
Los viajes los financio de diversas maneras. Vendiendo postales de los lugares que visito en los mercados mientras recorro un destino, con el curso de fotografía online que doy desde mi Blog al cual pueden inscribirse desde cualquier lugar del mundo de habla hispana, con la venta del libro Un Viajero Curioso y con los talleres de fotografía que doy mientras estoy en Buenos Aires.
5. Un viajero que hace viajes en auto-stop, usa couchsurfing y lleva una mochila pequeña, habitualmente hace pensar en un presupuesto bajo, ¿cual es tu presupuesto diario aproximado en un viaje como este último? ¿Te das lujos o tratas siempre de ser austero?
Tanto viajar a dedo como hacer CS no es por el presupuesto bajo sino por un estilo de viaje con el cual disfruto y me identifico más. Ambas situaciones están llenas de encuentros y esa es la riqueza del viaje. Un viajero siempre se tiene que dar lujos, porque de nada sirve tener días iguales. Ojo que un lujo no implica un gasto grande en el presupuesto. Tal vez puede ser un buen jugo de frutas, una entrada a un cine, alquilar una bici y pedalear por un bosque, etc. Es muy difícil establecer un gasto diario fijo pero aproximadamente podría ser de 10 dólares. Hubo días donde no tuve gastos, ya sea porque viajé a dedo, acampé o me invitaron la comida, pero hubo días donde gasté el doble del presupuesto pues la situación fue totalmente distinta. A través del Blog www.unviajerocurioso.com he conseguido muchos hospedajes como intercambio de publicidad en los medios. Esa es otra manera de mantener un presupuesto bajo. Los que no tienen un blog pero si alma aventurera pueden solucionarlo con una carpa y bolsa de dormir.
6. ¿Es muy complicado hacer auto-stop atravesando países y continentes? ¿hay algún país especialmente complicado?
Todos, absolutamente todos los países son posibles hacerlos a dedo. Eso lo pude confirmar al cruzar de punta a punta Mongolia, el país menos habitado del mundo y con menos autos en circulación. ¿Qué se necesita entonces para conseguirlo? En primer lugar convicción, mucha pero mucha paciencia y tiempo. Si uno está en un viaje de 10 días es muy distinto a tener meses de viaje por delante. Se podría decir que viajando por Asia el 90% de los destinos son medianamente accesibles, y países como Birmania, Tailandia, o Malasia son super fáciles. De los 25 países recorridos en este itinerario Bulgaria fue el más duro llegando a tardar 10 horas para cubrir 180 km. Si comparamos que en Mongolia hice 550 km en 8 horas, viajar por Europa fue duro.
7. ¿Y por qué en auto-stop?
Porque cada día que uno sale a la ruta es un misterio, una sorpresa a revelar en ese conductor que frena por uno y no tenemos la más mínima idea de que sucederá. Por ejemplo, en Uzbekistán viajé 300 km entre dos ciudades. Los conductores fueron: un empresario, un campesino, un taxista en su día libre y un maestro rural. Cada uno me dio una versión distinta de su país y de cómo ve la vida. Viajando en bus esas situaciones no las hubiera tenido.
8. Cuéntanos un poco sobre el proyecto solidario «Globos en el camino» que desarrollaste en Marruecos y Ecuador, ¿en qué consiste?
Durante el mes de julio de 2013 viajé a Ecuador. Allí recorrí distintas ciudades, pueblos, zonas rurales y escuelas desarrollando un proyecto independiente: “Globos en El Camino”. Fue un viaje que comenzó en el norte, Quito, recorriendo la Sierra Central hasta el sur, para luego regresar al punto de origen bordeando casi toda la costa.
Siempre me interesó, entre otras cosas, saber cuales son las formas lúdicas de los niños en otras partes del mundo por tal motivo con los globos que llevé fui armando actividades recreativas en la playa, al costado de caminos perdidos o en escuelas. Puedo rescatar de este proyecto la inmensa ilusión de cada niño al recibir un globo y poder jugar con el libremente. El mismo proyecto después se repitió en Marruecos, desde la frontera con Argelia hasta Tánger.
9. ¿Qué te queda por hacer tras estos 20 años de viajes? ¿Cuales son los próximos retos?
El nuevo proyecto es escribir un segundo libro sobre la experiencia de viajar haciendo dedo desde Singapur hasta Serbia, después de atravesar todo Asia. En ese viaje de casi 25.000 km me encontré con los templos de Bagán en Birmania, con los nómadas de Kirguistán, las aldeas de Siberia en Rusia, las montañas de Tayikistán, el interior de Camboya, las playas de Filipinas, los mercados de Malasia o las modernas avenidas de Tokyo. Además de pasar por los Balcanes, desde el Mar Negro en Bulgaria hasta Sarajevo en Bosnia & Herzegovina, que también formará parte del libro. De alguna manera el libro confirmará una vez más la gran hospitalidad encontrada en los 25 países recorridos en este viaje del 2015. Pero siempre poniendo énfasis en la experiencia del encuentro con la gente más que el lugar en sí mismo porque eso es lo más enriquecedor de un viaje.
10. ¿Qué le recomendarías a una persona que quiere seguir tus pasos como fotógrafo de viajes?
Primero y sin lugar a dudas que estudie mucho. La cámara no hace al fotógrafo. En segundo lugar que pierda lo más rápido posible la vergüenza para acercarse a la gente para fotografiarlos, ya que son los retratos el alma de un lugar. Que sepa tener criterios de edición y evaluarse constantemente. Que tenga en cuenta que la fotografía es una evolución permanente y lograr excelentes fotos es cuestión de tiempo. Que cualquiera puede saber la técnica pero la creatividad es un ejercicio visual por lo que sería ideal que tome fotos dos o tres veces por semana, aún sin estar de viaje. Algo así como un pianista o maratonista que entrena todos los días para un concierto o una gran carrera.
Me alegro de que entrevistes a Esteban, este pibe que viaja por todo el mundo, un gran viajero argentino.
Y os aconsejo un gallego que está dispuesto a responder a vuestras preguntas, acá os lo ubico:
http://fmanega.com/
agarrá su correo electrónico, que aparece en su web, y le contactás, viste? Se llama Florencio Moreno Anega. Es uno de los gallegos que más saben de viajes, conoce unos 140 países de las Naciones Unidas, casi tantos como el otro gallego Juan Antonio, que entrevistasteis hace poco.
Haceme caso brother. Espero leer su entrevista, y sobre todo la de nuestro orgullo nacional, el motero argentino Emilio Scotto.
saludos para vos
Prometo intentarlo Isaac!!