La plaza del Rynek de Cracovia es uno de los lugares más encantadores de Polonia.Supuestamente, según lo planificado el día de hoy iba a estar dedicado a visitar las minas de sal, pero Carolina que había ido el día anterior nos advirtió del precio de la entrada, cerca de 17€ al cambio, lo cual nos parecía excesivo para lo que esperábamos encontrar. Así que decidimos que no íbamos. El problema es que nos habíamos recorrido la ciudad entera el día anterior (con más ganas que acierto, eso sí) y no sabíamos qué hacer. Entonces, Núria comentó que le sonaba que existían visitas guiadas gratuitas en Cracovia iguales que las que anteriormente habíamos hecho en Berlín, Londres y otras ciudades.

Las callejuelas del barrio judio están llenas de lugares dónde comer, tomar algo y hacer compras.En efecto, a las 11 de la mañana y a las 3 de la tarde partían de la iglesia de Santa María sendas visitas guiadas gratuitas que recorrían la zona del casco antiguo y el castillo una y la zona de la judería la otra. Hicimos las dos. Funcionan según la voluntad, dando una pequeña propina al guía que las realiza al finalizar la visita. Si no quieres dar nada, puedes hacerlo, claro. Las visitas son en inglés, porque en esta época no hay guías que sepan castellano, pero en verano sí los hay. El inglés que hablan es bastante comprensible ya que son nativos polacos que han aprendido el idioma (y muy bien, por cierto), así que no usarán palabras rarísimas (normalmente) ni expresiones coloquiales difíciles de encajar.

Entre una visita y otra nos dio tiempo a comer unas calsone buenísimas que vendían en una pizzería-kebab cercano a la plaza Rynek (22 PLN). De postre nos tomamos un bollito con mermelada en su interior que venden en las múltiples y riquísimas panaderías que hay en la ciudad (2 PLN).

En la muy católica Cracovia, hay cierta contestación que no tiene voz en los medios.La visita en sí fue bastante interesante ya que nos dimos cuenta de qué eran algunas de las cosas que habíamos visto el día anterior, además de conocer otras cosas que ni siquiera habíamos visto o que no habíamos reparado en ellas. Así que es recomendable realizar la visita si tu nivel de inglés (o de alguien del grupo que pueda hacer de interprete) es suficiente.

Por la tarde, tras pasar por la estación de trenes para comprar los billetes para ir al día siguiente a Varsovia (79’90 PLN), a eso de las 20:00 ya estábamos en el hostel, duchados y listos para prepararnos la cena con el resto de la comida que habíamos comprado el día anterior. Durante la cena coincidimos con Carolina, Roberto y una chica valenciana, del mismo pueblo que Nuria que se llama Alicia. El mundo es un pañuelo.

Gastos

Comida → 22 PLN
Bollo → 2 PLN
Tren → 79’90 PLN
Botella de Pepsi 1L → 5 PLN

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