Nada más llegar a Varsovia nos encontramos con esta impresionante visión.Nos habían hablado bastante mal de Varsovia. Mal en el sentido de que apenas íbamos a encontrar nada interesante que visitar y que era una mole de ciudad, descomunal y poco interesante. Sin embargo, nos encontramos con una ciudad animada y bonita, ejemplo para la UNESCO de la reconstrucción tras las destrucción y ejemplo también del realismo socialista. Simplemente hay que decir que tuvimos dos días completos en la ciudad y nos quedaron por ver muchas cosas (no fuimos a ningún museo, el mercado ruso lo habían anulado o trasladado por la Eurocopa, la ciudadela y el barrio de praga nos quedaron muy lejos…)

El Hostel Helvetia que habíamos elegido estaba situado en el centro, cerca de la universidad, por lo que se podría decir que está muy bien localizado, además de contar con amplías y espaciosas habitaciones y, como en todos los hostels que hemos visitado en Polonia, dispone de una cuidada y escrupulosa limpieza. Muy recomendable.

El distrito universitario está lleno de referencias a intelectuales y artistasEl paseo desde el hostel hasta el casco antiguo son 15 minutos repletos de edificios impresionantes tanto desde la vertiente artística, como desde la sorpresa de que prácticamente todo haya sido reconstruido en los años 50. A propósito de esto, existen unos libritos-guía gratuitos en las oficinas de turismo que proponen 8 recorridos a pie por la ciudad y explican cada uno de los monumentos que se van visitando. Están en castellano y son 100% recomendables. Nosotros la conseguimos en la oficina de turismo que está en el casco antiguo, pero igual se pueden conseguir en otros lugares.

A pesar de que la ciudad es muy grande, pasear por ella es muy fácil y agradableBásicamente la mañana la dedicamos a callejear sin rumbo, parando de vez en cuando a hacer fotos, descansar o almorzar (10 PLN). A la hora de la comida tuvimos un verdadero problema, puesto que todo lo que rodea al casco antiguo y prácticamente todo lo que está cerca de un lugar histórico es bastante caro. Finalmente encontramos un telepizza y comimos allí un par de pizzas medianas con un litro de coca-cola y salsa gratis (38 PLN). Tras esta copiosa comida decidimos volver al hostel a descansar y terminamos haciendo una siesta.

Esta es la preciosa estátua que se le dedicó a la liberación del ghetto judio.Tras la siesta, la ducha y hacer un poco el vago por allí, se nos hizo bastante tarde y teníamos poco hambre, así que salimos a dar una vuelta y terminamos comiendo unas hamburguesas y un batido (el recurso más económico: 19 PLN). Luego, de vuelta a casa, tuvimos la oportunidad de ver la vida nocturna de la ciudad (similar a la de cualquier gran ciudad).

Gastos

Almuerzo (paluskis + coke) → 10 PLN
Comida → 38 PLN
Cena → 19 PLN

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